El cambio climático provocará un descenso de los recursos hídricos en el área mediterránea

Título original: Los recursos hídricos del Mediterráneo en un escenario de cambio global

Resumen: Las zonas del Mediterráneo, tanto la zona del sur de Europa como la del norte de África, están sujetas a cambios dramáticos que afectarán a la sostenibilidad, la cantidad, calidad y gestión de los recursos hídricos. La mayoría de los modelos de clima prevén un aumento en las temperaturas y una disminución en las precipitaciones a finales del siglo XXI.

Esto provocará estrés en los bosques naturales y en los arbustos, lo que resultará en un mayor consumo de agua, evapotranspiración y, probablemente, interceptación, lo que afectará a la superficie del balance del agua y la repartición de precipitaciones entre la evapotranspiración, la escorrentía y el flujo de aguas subterráneas.

Como consecuencia de esto, el contenido de agua en suelo disminuirá, las condiciones de saturación serán cada vez más raras y restringidas en invierno y primavera y la acumulación y derretimiento de la nieve cambiará, especialmente en las zonas medias de las montañas.

La gestión futura de la tierra se caracteriza por una expansión de bosque y arbustos en la mayoría de las zonas de montaña del Mediterráneo, como consecuencia del abandono de las tierras de cultivo y el pastoreo, con una presión humana que aumenta en algunas zonas determinadas (estaciones de esquí y valles urbanizados).

En las tierras bajas, sobre todo en la franja costera, el aumento de la demanda de agua será la consecuencia de la expansión de tierras de regadío, así como el crecimiento de zonas urbanas e industriales y de centros turísticos.

Los escenarios futuros de los recursos hídricos en la región mediterránea sugieren una disminución progresiva en el promedio del caudal (observada en muchos ríos desde los años ochenta), incluida una disminución en la frecuencia y la magnitud de las inundaciones más frecuentes debido a la expansión de los bosques.

También, cambios importantes en las características del régimen de los ríos, incluida una disminución en los flujos altos antes del deshielo, en primavera, una intensificación de los flujos bajos en verano y más descargas irregulares en invierno. Además, se producirán cambios en las entradas y gestión de las reservas, como la reducción de descargas de las presas para satisfacer la demanda de agua de las zonas de riego y las urbanas.

La mayoría de los depósitos en las zonas de montaña estarán sujetos a una incertidumbre creciente de los recursos hídricos debido a la reducción de acumulación de nieve y al proceso de deshielo. La capacidad del depósito se ve reducido de forma natural debido al aumento de la sedimentación; en algunos casos, también disminuye para mejorar el control de seguridad de inundaciones, que conduce a una reducción en la eficiencia de la agricultura.

También tendrán lugar cambios hidrológicos y poblacionales en las zonas costeras, en particular en las zonas del delta, afectadas por el agotamiento del agua, la reducción del agua en suelo y la intrusión de agua salina.

Estos escenarios aumentan la necesidad de mejorar la gestión del agua, el precio del agua y las políticas de reciclaje con el fin de garantizar el suministro de agua y reducir las tensiones entre las regiones y países.

Autores: Garcia-Ruiz, Jose M.; Ignacio Lopez-Moreno, J.; Vicente-Serrano, Sergio M.; Lasanta-Martinez, Teodoro; Begueria, Santiago.

Direcciones: 1. Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC), Jaca, Huesca.

2. Estación Experimental Aula Dei (CSIC), Zaragoza.