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RENAUD DE STEPHANIS, biólogo marino

“El desconocimiento es la principal amenaza de los cetáceos en el Estrecho de Gibraltar”

Fundador y presidente de la asociación Conservación, Información & Estudios sobre los Cetáceos (CIRCE) desde el año 2000, Renaud de Stephanis (Bruselas, 1975) trabaja desde 1997 observando, estudiando y protegiendo a los cetáceos del Estrecho de Gibraltar y del Mar de Alborán. Su objetivo es claro: los resultados de sus investigaciones deben llegar a la sociedad para que ésta descubra cuáles son las especies que conviven con nosotros en nuestros mares y cuáles sus principales amenazas.

Renaud de Stephanis
Renaud de Stephanis. Foto: CIRCE.

¿Cómo actúa CIRCE para lograr la protección de los cetáceos?

No somos una entidad de denuncia sino que intentamos detectar problemas como por ejemplo el tráfico marítimo en el Estrecho de Gibraltar con grandes cetáceos. Antes de decir que los barcos están llegando y matando a los animales, lo que hicimos en este caso, por ejemplo, fue un estudio en profundidad de dónde estaban, cuantos había, cual era la distribución temporal o cual era exactamente la afección de los barcos sobre las ballenas. A raíz de ahí, nos reunimos con el Ministerio de Medio Ambiente y el de Fomento que han aplicado una serie de medidas de conservación directa.

¿Qué cetáceos tratáis de conocer mejor y proteger?

Básicamente existen siete especies en el Estrecho de Gibraltar y trabajamos fundamentalmente con cinco de ellas: el calderón común –con la que empezamos y con la que más trabajamos hasta ahora-, las orcas, los cachalotes, los rorcuales comunes y los delfines mulares.

De estas especies, ¿cuáles son las más vulnerables y amenazadas?

Las más vulnerables son las orcas debido a la sobrepesca de atún en el Mediterráneo. Hablamos mucho de la reducción de la pesca de atún porque éste puede extinguirse pero la orca sufre un efecto colateral del problema del atún rojo y de la sobrepesca en particular. El atún es su principal alimento y por tanto, si ya no hay, la orca se marchará de la zona o tendrá problemas de alimentación bastante intensos.

Pero es curioso, muchas veces los propios pescadores “acusan” a las orcas de comerse el atún y proporcionarles pérdidas económicas…

Las orcas comen atún en un 18% de las capturas, según se decía en un estudio del 2004. El atún migra por el Estrecho de Gibraltar, en primavera va hacia el Mediterráneo, donde desova, y durante el verano sale del Mediterráneo y vuelve a cruzar el Estrecho. Durante la primavera, los pesqueros cazan el atún con las almadrabas y no hay ningún tipo de interacción directa con las orcas. Pero cuando el atún está saliendo hay tres manadas de orcas que interaccionan con los pescadores, es decir, que les “roban”, en este caso, alrededor de un 17-18% de las capturas que los pescadores habían realizado anteriormente. Sin embargo, en 2005 fue cerca del 40-50% de las capturas que robaron las orcas a los pescadores. Pero esto en cifras reales significa unos 200 atunes. Cuando hablo de la sobrepesca del Mediterráneo, son 30.000 toneladas, es decir 150.000 atunes que se pescarían en el Mediterráneo y en el Atlántico. Las interacciones representan una cifra realmente irrisoria comparada a lo que se pesca. Los pescadores españoles efectivamente tienen un problema serio con la orca, pero la pesca de atún es un extra para ellos porque también pescan el bacalao y el besugo.

¿De qué forma afecta entonces la pesca a la supervivencia de algunos cetáceos?

Hay problemáticas directas debidas, por ejemplo, a las redes a la deriva utilizadas en Marruecos o en otros países del Mediterráneo que provocan una serie de capturas accidentales de cetáceos dentro de esa red. Las interacciones indirectas son por temas de sobreexplotación; lo del atún es un caso bastante claro. No obstante en zonas como el Golfo de Vera en Almería, se ha visto que la sobrepesca de lachas y otras especies para las jaulas de engorde del atún rojo en Cartagena han desperdiciado las posibles capturas que el delfín común podría tener. Los delfines se han desplazado por tanto a otras zonas. El problema realmente es de sobreexplotación que quita el alimento a los animales.

¿La sobreexplotación es la principal amenaza de los cetáceos en el Estrecho de Gibraltar y en el Mar de Alborán?

En el Mar de Alborán es uno de ellos, pero habría más: la contaminación, las colisiones con embarcaciones y ferrys, etc. Pero probablemente uno de los mayores problemas es el desconocimiento. El Mar de Alborán es una de las zonas del Mediterráneo donde más proyectos científicos se desarrollan sobre cetáceos, pero hasta ahora ha habido una gran sensación de que los delfines eran para los poetas. Sabemos que estas son las amenazas directas: la sobrepesca, las colisiones, la contaminación, la contaminación acústica por prospecciones sísmicas para buscar petróleo o ejercicios militares que provocan varamientos masivos. Pero el problema es que no hay una fluidez de información de la parte científica a la parte social.

¿A qué te refieres exactamente?

A que seguimos pensando que lo que hay que hacer son centros de recuperación para delfines que llegan a la costa, cosa que está muy bien, pero deberían ser centros que estudien a los animales muertos. Un delfín que llega varado a la playa, aunque esté vivo, desde mi punto de vista, en la mayor parte de los casos, lo que hay que hacer es eutasianarlo para evitar que sufra (siempre que las causas del varamiento así lo recomienden) y centrarse realmente en averiguar porqué ha varado y ver cuál es la causa de la mortandad. Seguimos con una mirada más conservacionista o ecologista sin saber nada. Mantener durante uno o dos años a una cría rescatada, por ejemplo, representa alrededor de 150.000 ó 200.000 euros al año. Lo que se podría hacer con ese dinero en materia de conservación e investigación directa es mucho más que salvar a una sola cría de calderón común o delfín que luego tampoco vas a poder devolver al mar. A nivel poblacional un delfín no significa nada.

¿Han sucedido casos en España como recientemente en Australia de varamientos masivos de ballenas?

Durante el invierno 2006-2007 tuvimos un caso que se asemeja bastante al de Australia pero incluso en Australia no se sabe porque suceden estos varamientos masivos, en este caso de calderón común, donde a lo mejor llegan 60 ó 70 animales a la playa. En el caso de Andalucía, tuvimos varamientos masivos, no de la misma forma que en Australia, pero los animales estaban desperdigados por la costa tocando Murcia, Baleares y el sur de la Comunidad Valenciana. Fue debido a una plaga de morbilivirus, que ha afectado a gran parte de la población de calderones comunes del Mar de Alborán.

¿Así que no fue por razones antropogénicas?

Depende, porque podría deberse a la sobrepesca que hace que los animales estén desnutridos y provoca una recirculación de contaminantes que son inmunodepresores. Por eso podrían ser más sensibles a posibles enfermedades. No se puede extrapolar ninguno de los factores, todo está interrelacionado. Aquí partimos del problema de que sabemos la causa directa, pero no sabemos si esta enfermedad es un regulador de población.

En el caso de que sepamos que la actividad humana es el detonante, ¿qué se puede hacer?

Hace unos años en la zona de Almería hubo una serie de ejercicios militares que provocó unos varamientos masivos de zifios. No se sabe cuántos animales murieron pero sí se sabe que los ejercicios militares provocaron la muerte directa de estas ballenas. También sucedió en Canarias en 2002. De hecho, la Universidad de Las Palmas fue la primera en describir la relación directa entre los ejercicios militares y los varamientos masivos por síndrome de descompresión. En los casos en los que hay una incidencia directa, la solución es fácil: no hay que realizar los ejercicios. El fallo es que se están realizando ejercicios militares en algunas zonas con la mayor diversidad y abundancia de cetáceos de todo el Mediterráneo.

¿Y cómo afecta a los mamíferos el tránsito de embarcaciones?

Hay colisiones directas entre las embarcaciones y grandes cetáceos. Hemos visto colisiones con algún calderón pero es de forma puntual. Lo que sí parece ser es que en el Mediterráneo, las colisiones entre embarcaciones y rorcuales comunes representan al menos el 16% de las causas de mortalidad. También es verdad que el Estrecho de Gibraltar es uno de los lugares donde hay mayor tránsito marítimo y mayor biodiversidad y densidad de cetáceos. Puede haber un sistema de acostumbramiento por parte de estas especies al tráfico marítimo, aunque tampoco sabemos qué pasaría si no hubiera este tráfico.

¿Qué soluciones habría?

Hay varias soluciones pero la ideal sería cortar el transito marítimo en el Estrecho de Gibraltar, pero creo que no nos harían caso. Si los patrones o capitanes de estas embarcaciones estuvieran atentos, en principio no debería porqué haber colisiones ya que se pueden evitar a distancia. Lo que es importante es que por lo menos estos avistamientos deberían ser obligatorios y regulados en zonas de alta intensidad. Ahí partimos de nuevo de la falta de información de la labor de los científicos a la sociedad. Con pequeñas acciones sí se podría conseguir una reducción de la mortalidad.

¿Es cierto que los cetáceos del Mediterráneo son unos de los más contaminados del mundo?

Sí, es cierto por problemas de integración de aguas del Mediterráneo. Además, está implicada toda la cadena trófica que se está acortando porque cada vez hay menos especies.

¿Existen números de la situación actual de los cetáceos?

No hay números, pero sí hemos visto que el calderón común en el Estrecho de Gibraltar tiene una población al alza, al rededor del 5% anual de 1999 al 2006, hasta la epidemia que ha sufrido hace poco. A raíz de aquí, no sabemos qué va a pasar. El delfín mular parece estable. En cuanto a las orcas, en el Estrecho hay 5 manadas de orcas con unos 40 individuos censados. Hay tres manadas que representarían unas 23 ó 24 orcas que tienen una tendencia poblacional positiva, alrededor del 4% y éstas son las que interaccionan con los pesqueros. Sin embargo, el resto de las orcas parecen tener una tasa de crecimiento negativa con intervalos de nacimiento muy largos (cada cuatro años tienen una cría viable). No hay una tasa de renovación de la población. En general, parece que la población esté estable pero hay una pérdida genética bastante importante. La población del delfín común parece que está bajando a grandes velocidades, aunque realmente no lo sabemos.

Teniendo en cuenta estos datos, ¿hay esperanza para estos animales?

Esperanza hay a partir del momento en el que se empiecen a aplicar medidas directas de conservación. En el caso de algunas especies como el delfín listado, yo imagino, y esto es intuitivo, debería tener un proceso sin problemas. Parece estar estable y además, normalmente está lejos de la costa. En cuanto al delfín mular, tengo mis dudas. En el caso del rorcual común, aparte de que se haya regulado ahora con el real decreto de protección de cetáceos que salió a principios del 2008, están regulados los acercamientos a los animales. Lo que pasa es que no está regulado que haya guías a bordo o la formación de estos guías, por lo que los patrones hacen un poco lo que quieren. Por otra parte, el decreto no tiene ningún órgano que lo controle. El problema son los avistamientos de cetáceos de forma oportunista y puntual ya que son embarcaciones deportivas que, mientras están pescando, hacen el avistamiento sin ningún código ético, pasando entre los animales con los sedales.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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