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El Laboratorio de RF de Alta Potencia de la ESA reabre sus puertas en Valencia

Hoy ha reabierto sus puertas en Valencia el laboratorio especializado que tiene la Agencia Espacial Europea (ESA) para el estudio de los efectos asociados a la operación de sistemas de radiofrecuencia (RF) de alta potencia en el espacio.

Instalaciones del Laboratorio de RF de Alta Potencia. Foto: SINC.

El Consorcio Espacial de Valencia (VSC), una organización sin ánimo de lucro constituida por la Universidad Politécnica de Valencia, la Universidad de Valencia, el gobierno regional y el ayuntamiento de la ciudad, acogerá desde hoy este centro en sus instalaciones en la capital de la comunidad valenciana.

“Las operaciones del Laboratorio de RF de Alta Potencia se realizarán en colaboración entre la ESA y el VSC”, explica el Director de Gestión Técnica y de Calidad de la ESA Michel Courtois, para quien "el interés por este laboratorio en Valencia es una muestra de la importancia de la tecnología espacial".

Este laboratorio, previamente basado en ESTEC (el Centro Europeo de Investigación y Tecnología Espacial de la ESA en los Países Bajos), es un centro de excelencia para el estudio de los efectos asociados a la operación de sistemas RF de alta potencia en el espacio.

El laboratorio principal está ubicado en la Universidad Politécnica de Valencia, y se complementa con una instalación para el análisis de materiales en la Facultad de Física de la Universidad de Valencia. Además, está previsto que estos dos laboratorios se fusionen en un futuro edificio dedicado a la investigación espacial.

“Somos un centro único en Europa, fundado en 1985 cuando la ESA empezó a diseñar su primer satélite radar, ERS-1”, explica David Raboso, director del Laboratorio.

El equipo de técnicos que trabaja en el centro valenciano está supervisado por el mismo director que cuando el centro se encontraba ubicado en ESTEC. El uso del laboratorio para atender a las necesidades de la industria espacial europea continuará sujeto a las mismas reglas que cualquier otro laboratorio técnico de la ESA”.

La nueva ubicación del centro abrirá las puertas a nuevas oportunidades de investigación: las instalaciones valencianas tienen varias cámaras de vacío térmico, con una cámara anecoica (sin eco) y con múltiples equipos de radiofrecuencia (RF) de alta potencia que podrán ser utilizados por becarios de investigación y por doctorandos de toda Europa.

Cada vez más peticiones para investigar

“Ningún otro laboratorio está estudiando en detalle estos fenómenos de RF, que suponen un riesgo potencial para las misiones espaciales. Simplemente se trata de un problema que no afectaba a los primeros satélites, cuyos sistemas de RF operaban a tan sólo unos pocos vatios; que se vuelve crítico en los actuales satélites de telecomunicaciones, navegación o radar, que incorporan sistemas de RF miles de veces más potentes”, señala Raboso.

“Por este motivo, cada vez recibimos más solicitudes de apoyo a distintos proyectos de la ESA para buscar formas de mitigar estos efectos antes de que pongan en riesgo la misión – no se trata ya sólo de interferencias electromagnéticas, sino de que a estas potencias pueden aparecer fenómenos como calentamientos puntuales, daños superficiales, erosión estructural o incluso descargas eléctricas”.

Tres fenómenos de especial interés

El Laboratorio estudia tres fenómenos de especial interés. El efecto ‘multipactor’, que se produce cuando los potentes campos eléctricos que actúan en los sistemas RF aceleran a los electrones que se encuentran libres en el espacio, forzando a la estructura del sistema RF a liberar más electrones, iniciando una peligrosa reacción en cadena.

El efecto ‘corona’ está causado por la ionización de los vestigios de gas que se puedan encontrar en el entorno del sistema RF, muchas veces procedentes de la degasificación de los materiales del satélite o del aire que ha quedado atrapado en el interior de su estructura. Este gas ionizado provoca una degradación de la señal RF.

Por último, se estudia la llamada ‘intermodulación pasiva’, que se produce cuando la potente emisión de una antena produce interferencias sobre otros receptores instalados en el satélite.

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Vídeo: recorrido por las instalaciones del Laboratorio.

Fuente: ESA
Derechos: Creative Commons
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