Suscríbete al boletín semanal

Recibe cada semana los contenidos más relevantes de la actualidad científica.

Agencia Sinc
Si estás registrado

No podrás conectarte si excedes diez intentos fallidos.

Si todavía no estás registrado

La Agencia SINC ofrece servicios diferentes dependiendo de tu perfil.

Selecciona el tuyo:

Periodistas Instituciones
Publicado en el último número de 'Journal of Applied Ecology'

El emplazamiento de parques eólicos y comederos artificiales podría salvar cientos de buitres leonados

Utilizado los datos de captura-recaptura y la observación directa para controlar el impacto de los cambios en la población de buitres, un estudio concluye que tanto los parques eólicos como la alimentación suplementaria pueden tener consecuencias complejas si la colocación o el cierre de comederos altera los patrones espaciales de movimiento de esta especie.

Ejemplares de buitre leonado en un muladar. Foto: A. Martínez-Abraín (IMEDEA).

Un estudio de investigadores del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (CSIC-UIB), en colaboración con la Universidad de la Coruña, la Universidad de California-Riverside y la Generalitat Valenciana, analiza la rápida respuesta de los buitres leonados (Gyps fulvus) al paro de turbinas individuales en parques eólicos y al emplazamiento de comederos artificiales lejos de zonas problemáticas, para incrementar así la supervivencia y tasa de fecundidad de la especie tras la crisis alimentaria de las vacas locas (2006-2008).

El estudio se localizó en la zona este de España, entre Castellón y Teruel, dado que es una de las áreas que más población de buitres leonados concentra en nuestro país (aproximadamente un 21% de la población total de esta especie en España). Los resultados indican que la población de estas aves, que hasta ese momento se encontraba en rápido crecimiento, sufrió una reducción del 24% coincidiendo con la actuación sincrónica de las turbinas eólicas y la falta de suministro de carroñas a los muladares o puntos de alimentación de aves rapaces necrófagas, debido a las restricciones legales tras la epidemia de encefalopatía espongiforme bovina.

Concretamente, los buitres experimentaron una reducción en su probabilidad anual de supervivencia del 30% y una reducción en fecundidad del 35%. Sin embargo, la población de buitres recuperó su anterior tasa de crecimiento más rápidamente de lo esperado tras parar las turbinas más problemáticas y abrir comederos lejos de las zonas más conflictivas. La acción del parque eólico resultó ser la causa más profunda del descenso en la tasa de supervivencia y fecundidad y, tal y como aclara el Dr. Alejandro Martínez Abraín, autor del estudio, “la rápida recuperación se debió probablemente a la acción de dos mecanismos naturales de amortiguación: la inmigración desde grandes colonias cercanas y el retorno a la reproducción de adultos que habían abandonado la cría al comenzar los problemas”.

Escasez de comida y aerogeneradores

En España, los buitres y otras aves carroñeras llevan siglos recibiendo comida suplementaria por parte del hombre, pero estos comederos artificiales se cerraron en 2006/2007 como parte de las medidas de control de la enfermedad de la EEB. Estudios científicos previos resaltan la utilidad de estas estaciones alimentarias para incrementar la supervivencia de rapaces amenazadas, aunque inevitablemente lleva asociada una indeseable concentración de la especie en el espacio.

Por otro lado, el riesgo de muerte por colisión con turbinas de parques eólicos se ha incrementado considerablemente en los últimos años. Estos parques se ubican generalmente en áreas de viento de ladera, lo que suele coincidir con el área operativo de las colonias de especies carroñeras, que utilizan las mismas corrientes de aire para poder planear a bajo coste.

“Utilizado los datos de captura-recaptura y la observación directa para controlar el impacto de estos cambios en la población de buitres, hemos llegado a la conclusión de que tanto los parques eólicos como la alimentación suplementaria pueden tener consecuencias complejas si la colocación o el cierre de comederos altera los patrones espaciales de movimiento, de tal manera que los buitres, al tener que desviarse de su ruta habitual, son más vulnerables a las turbinas de viento”, precisa Martínez Abraín.

Eficiencia en la gestión, el punto clave

El cierre puntual de turbinas ha resultado una medida efectiva de gestión a corto plazo, junto con la disponibilidad a largo plazo de fuentes de alimento dispersas en el espacio, lejos de los parques eólicos. Así pues, el científico incide en la importancia de una óptima gestión medioambiental: “es fundamental y recomendable que los comederos de buitres imiten al máximo el escenario ecológico de alta impredecibilidad en la que los buitres han evolucionado, disponiendo de muchos comederos de pequeño tamaño repartidos por las áreas de campeo de los buitres, evitando de este modo los efectos negativos de concentración en torno a las colonias de cría”. Además, añade el investigador, “esta solución de gestión es más barata y más factible que el cierre de parques eólicos enteros o incluso que la paralización de turbinas de viento individuales, lo que puede incurrir en altos costes económicos”.

Este estudio ha sido financiado por el Servicio de Biodiversidad de la Generalitat Valenciana y el Ministerio de Ciencia e Innovación.

Referencia bibliográfica:

Alejandro Martínez-Abraín, Giacomo Tavecchia, Helen M. Regan, Juan Jiménez, Martín Surroca and Daniel Oro;"Effects of wind farms and food scarcity on a large scavenging bird species following an epidemic of bovine spongiform encephalopathy". Journal of Applied Ecology doi: 10.1111/j.1365-2664.2011.02080.x

Fuente: IMEDEA (CSIC-UIB)
Derechos: Creative Commons