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El terremoto de Japón fue mayor de lo que se esperaba

La revista Science publica esta semana tres estudios que intentan comprender el comportamiento del seísmo que se produjo el pasado 11 de marzo en la costa oriental de Japón. El movimiento de tierra provocó un tsunami devastador que causó más de 20.000 muertes y desencadenó un desastre nuclear en Fukushima. Pero los científicos alertan de la posibilidad de que se produzca un terremoto similar o mayor en el futuro.

Tsunami provocado por el terremoto de Japón del pasado marzo. Imagen:Douglas Sprott

“La gente confió en los precedentes históricos porque sólo había unas pocas referencias sobre un terremoto mayor en el pasado”, afirma a SINC Mark Simons, autor principal e investigador en el Laboratorio Sismológico de la División de Ciencias Geológicas y Planetarias (EE UU).

Según Simons y su equipo, en comparación con otros seísmos de tamaño similar, este terremoto tuvo un deslizamiento mayor sobre la falla (mayor de 50 metros) pero concentrado en un área pequeña.

Gracias a datos de receptores de GPS con base en tierra y mediciones evaluadoras del tsunami que capturaron el movimiento y el alcance de este reciente terremoto, los investigadores descubrieron que el terremoto Tohoku-Oki de 9 grados de magnitud en la Escala de Richter no desplegó la misma radiación sísmica de alta frecuencia que acompañó al terremoto de 8.8 grados en Chile en 2010.

El artículo, que se publica ahora en Science, sugiere que esta diferencia podría explicarse por las profundidades a las que se dieron estos terremotos. En Japón las rupturas fueron menos profundas por lo que causaron señales más débiles. Sin embargo, la magnitud del temblor japonés fue mayor de lo que se esperaba.

“Si estás en un área que tiene grandes terremotos con más de 50 metros de desplazamiento, y las placas tectónicas se mueven solo entre 5 y 10 centímetros al año, se requieren entre 500 y 1.000 años para acumular la capacidad suficiente de deslizamiento de una placa sobre un segmento estable de la falla”, explica a SINC el científico.

Para llegar a estas conclusiones, los instrumentos de GPS proporcionaron medidas de cómo la superficie de la Tierra se movió a causa del terremoto, y midieron el temblor y el movimiento casi-permanente del suelo. “En este caso, el área costera se movió unos cinco metros hacia el Pacífico y se hundió cerca de un metro. Otras mediciones provocaron que las placas submarinas mostraran al menos 25 metros de movimiento horizontal. Estas mediciones implican que la falla de la subsuperficie se deslizara al menos de 50 metros”, recoge Simons.

En el futuro “podría pasar cualquier cosa”, aseguran los científicos que han identificado también un área al sur que tendría el potencial para un terremoto “muy grande” en algún momento.

Combinar datos acústicos para entender mejor

En otro artículo, Mariko Sato, del departamento Hidrográfico y Oceanográfico de la Guardia Costera de Japón, y sus colegas reportan datos recogidos en transponedores ubicados fortuitamente años antes, en el suelo marino del punto focal del terremoto Tohoku-Oki.

Al combinar datos acústicos y de GPS detectaron movimientos “muy grandes” en el suelo marino, incluyendo un desplazamiento de la corteza terrestre de más de 20 metros de forma horizontal y tres metros completos de forma vertical que se extienden por millas a lo largo de la placa de la Fosa de Japón. Según los investigadores, este movimiento horizontal es más de cuatro veces mayor que lo que había sido detectado por los artefactos sensores con base en tierra.

En el último estudio, Satoshi Ide, científico en la Universidad Tokio (Japón), y colegas describen cómo imaginaron y modelaron la evolución de la ruptura del terremoto de Tohoku-Oki, al identificar el movimiento que ocurrió en la dirección opuesta al deslizamiento a lo largo de la falla.

Para los investigadores, este movimiento adicional implicó una fuerte dependencia profunda en el deslizamiento y en la energía sísmica, que probablemente influyeron en la fuerza del tsunami.

“La rápida generación de imágenes de estos movimientos cerca de la fosa advierte de que un terremoto podría generar un tsunami inusualmente grande en el futuro”, concluyen.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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