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Expertos solicitan la restauración urgente del Grupo Minero de San Quintín

Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) señalan los problemas ambientales que genera el abandono de esta zona y la necesidad de llevar a cabo una correcta restauración, tanto ecológica como turística, ya que desde 2005 forma parte de la llamada Ruta de Don Quijote, un lugar para la aventura, el mayor itinerario ecoturístico de Europa. Además, algunos residuos tóxicos acumulados han convertido el lugar en una zona medioambientalmente peligrosa, lo que puede agravarse con el paso del tiempo si no se toman las medidas oportunas.

Drenaje ácido proveniente de las escombreras en la mina abandonada

Son muchos los factores que evidencian la necesidad de restaurar esta histórica zona minera. Por un lado, las balsas de lodo que han acumulado los restos de la explotación y lavado de mena y escombreras. Tras el trabajo realizado durante esta investigación, se evidencia la necesidad de una restauración de estos depósitos encaminada a conseguir su aislamiento físico-químico, para evitar problemas de dispersión de contaminantes químicos por lixiviación, infiltración y escorrentía.

No obstante, los investigadores advierten de que la impermealización también debería llevar consigo una integración paisajística, evitando así el impacto visual que hoy presenta. En este punto, también se menciona la dispersión eólica, debido a los fuertes vientos de la zona, como otro de los problemas añadidos, ya que es un fenómeno perfectamente observable en la mina, materializado en forma de una gran duna formada por los lodos de granulometría más fina.

Por otro lado, se han estudiado las instalaciones, los pozos y las escombreras del grupo minero. Los investigadores apuntan que las instalaciones se encuentran casi arrasadas, quedando como elementos más representativo un castillete y una sala de máquinas de grandes dimensiones correspondiente con la mayor época de auge minero, que los pozos están condenados por motivos evidentes de seguridad, y que en las escombreras quedan aún importantes depósitos. Por último, la investigación se refiere a la construcción en 1898 del tren minero.

En la actualidad, aunque gran parte de las minas ha desaparecido, algunos de los puentes, pasos a nivel y trincheras del ferrocarril todavía pueden observarse. Estas estructuras, quizás las más representativas y llamativas para su utilización patrimonial y turística, son a la vez las que peor restauración y puesta en valor presentan. El empujón definitivo que ha sufrido esta zona para conferirle un valor patrimonial patente, como se apunta en párrafos anteriores, ha sido su inclusión en el mayor corredor ecoturístico de Europa, por lo que, asimismo, se haría necesaria la inclusión de paneles explicativos a pie de ruta que informara a los viajeros de las actividades que allí se hacían, y de los beneficios socioeconómicos que estos supusieron.

Una zona histórica

Este patrimonio es hoy un ejemplo que puede ser valorado, gestionado y explotado. El Grupo minero de San Quintín (Ciudad Real), representa uno de los mejores modelos que se pueden estudiar sobre la historia minera de España durante los siglos XIX y XX. Los restos de las instalaciones, depósitos de residuos y el tren minero configuran una parte importante del paisaje de una región minera por excelencia, y desde esta investigación dirigida por el investigador David Gómez Ortiz, se apunta a que, además de por sus valores histórico-mineros, esta zona merecería ser restaurada, correctamente gestionada y puesta en valor por los valores didácticos, culturales, ecoturísticos y socioeconómicos.

La caracterización mineralógica y geoquímica de este tipo de estructuras mineras de acumulación de residuos (balsas y escombreras) sin restaurar se convierte en imprescindible para estimar el potencial tóxico de las mismas, puesto que las concentraciones de elementos potencialmente tóxicos superan ampliamente los valores máximos permitidos para suelos de cultivo, lo que convierte a este tipo de acumulaciones de residuos en zonas medioambientalmente peligrosas máxime si no se toman las medidas correctoras oportunas.

Fuente: Universidad Rey Juan Carlos
Derechos: Creative Commons

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