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La epidemia de morbillivirus del Estrecho en 2006-2007 provocó la muerte de 51 calderones comunes

Expertos del centro de Conservación, Información y Estudio sobre Cetáceos (CIRCE) han presentado en el Congreso anual de la Sociedad Europea de Cetáceos celebrado en Estambul (1-4 de marzo, Turquía) las conclusiones sobre la epidemia de morbilivirus que asoló el Mediterráneo y el Estrecho de Gibraltar durante el invierno 2006-2007. Los resultados demuestran que murieron en total 77 calderones comunes, de los cuales, 26 por causas naturales, y 51 debido a la infección, pero sólo diez animales muertos llegaron a las orillas de Cádiz.

Calderón común. Foto: P. Verborgh (CIRCE).

El proyecto para la Conservación del Calderón común en el Mediterráneo desarrollado por CIRCE desde 2007 hasta el verano de 2009 estudia los efectos que causó la epidemia de morbillivirus en la población de calderón común del Mediterráneo y el Estrecho de Gibraltar durante el invierno 2006-2007. En ese periodo, se multiplicaron por diez la tasas de varamientos de calderones comunes en localidades como el Estrecho de Gibraltar.

Los científicos analizan hasta donde ha llegado la epidemia a través del estudio genético de las poblaciones de calderón común de la Península Ibérica, resto del Mediterráneo, y aguas del Golfo de Vizcaya, y aguas de Irlanda. El seguimiento de las crías que nacieron posteriormente a la mortandad ha sido también clave para comprobar que éstas no han sufrido bajas durante sus primeros años de vida, y que la población se está recuperando.

Sólo el 13% de los animales muertos llegó a las costas

Los estudios demográficos de 2007 y 2008 y la identificación fotográfica han permitido estimar el número de bajas que la epidemia ha causado. Sólo en el Estrecho de Gibraltar, 77 animales de los 345 que lo habitan murieron. De estos, 26 debido a causas naturales, y los 51 restantes debido a la infección. No obstante, a pesar de los datos alarmantes, según los científicos, la población se está adaptando a esta mortandad gracias al aumento de la natalidad durante los veranos del 2007 y 2008.

De los 77 cetáceos muertos sólo diez –el 13%- llegaron a las orillas de Cádiz debido “probablemente” a las importantes corrientes del Estrecho. Desde CIRCE manifiestan la importancia de este tipo de estudios para poder detectar tendencias poblacionales de cetáceos.

“Estos resultados son un gran avance para la conservación de los cetáceos del Estrecho de Gibraltar, y de todo el Mediterráneo. Gracias a este censo, podemos hacer un seguimiento muy fino de la población, y cualquier problema podría ser detectado rápidamente”, ha explicado Renaud de Stephanis, presidente de CIRCE.

Para el investigador, los resultados indican también que este tipo de enfermedades serían totalmente naturales, y que “los animales son capaces de adaptarse a través de sus estrategias de reproducción”. Sin embargo, a pesar de poder adaptarse a problemas de plaga, “los cetáceos se ven sometidos a presiones externas a las que durante los años de evolución no han tenido que enfrentarse, como son los problemas de contaminación, degradación de sus hábitats, problemas de colisiones, o problemas debido a la competición que tienen por sus recursos alimenticios derivados de la sobrepesca”, ha añadido de Stephanis.

El Congreso anual de la Sociedad Europea de Cetáceos donde se ha presentado el proyecto congregó unos 440 expertos en cetáceos de 49 países. Los primeros resultados de esta investigación sobre la mortandad de una población de cetáceos a causa de una enfermedad expuestos por la investigadora Pauline Gauffier recibieron uno de los premios a la mejor presentación del congreso.

El proyecto de CIRCE está financiado por la Fundación Biodiversidad dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM), la Fundación Loro Parque y CEPSA. En este trabajo participan también las entidades ANSE, en la Región de Murcia, Alnitak en la costa Almeriense, y EIBE, en la costa del Golfo de Vizcaya.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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