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La Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) invitó ayer 9 de abril, a Amelia Varcárcel, catedrática de Filosofía Moral y Política, y a Carmen Alborch, política y escritora, a participar en la nueva etapa del ciclo Las mujeres también investigan.
Eulalia Perez Sedeño, directora general de la FECYT abrió el coloquio presentando a Carmen Alborch y a Amelia Varcárcel. De esta última afirmó que es “una de las mujeres destacadas del ideario feminista y progresista de nuestro país, desde un gran rigor y seriedad”.
La primera en intervenir fue Carmen Alborch, que en su papel de entrevistadora alabó el trabajo de Varcárcel, a la que considera como una “amiga muy solidaria que intenta implicarnos a todas, que aconseja en lo privado y también en lo público. Es una referencia imprescindible porque ha conseguido la coherencia entre el feminismo, la filosofía y la política, y además disfrutamos mucho de sus múltiples saberes”.
Amelia Varcárcel habló sobre su dedicación al campo de la filosofía. “La filosofía solo florece allí donde hay libertad. No es que sea libre de por sí, pero en una sociedad donde la filosofía no tiene un papel, la conciencia de la libertad es muy difícil. Ofrece el espejismo que ningún otro saber alcanza, y en una profundidad mayor. Creo que es muy difícil ser filósofo y ser joven. No se parece a los otros saberes, su estilo es caprichoso, conceptualmente hablando” destacó la investigadora.
Alborch quiso indagar en los orígenes de la conciencia feminista de Valcárcel, quien la achacó a la vía fraternal: “Sólo tenías que compararte con lo que les pasaba a tus hermanos [varones] y ya cogías una base”, dijo Valcárcel. “En tanto que el feminismo tiene una conciencia de injusticia, a las mujeres lo de ser feministas nos lo siguen poniendo muy fácil. Pero no es tan fácil instalarse en el mundo dentro de un cuerpo femenino”.
Yendo más allá, Alborch introdujo el tema de las desigualdades en la ciencia y en la política. “Es más fácil de medir cuantitativamente en la política que en el saber”, destacó Valcárcel. “La presencia de la mujer es muy exigua en el saber y en algunos campos porque en vez de aumentar disminuye. Si miramos las cifras de catedráticas, no solo no hay una progresión constante sino también a veces hay caídas”.
Como solución Valcárcel propuso que las mujeres “deberían ocupar cuantitativamente la mitad de todas las cosas. En la creatividad, en la economía, dentro de las grandes corporaciones, en los medios de comunicación, en la religión…, la paridad se debe instalar”.
El próximo 21 de mayo tendrá lugar la siguiente entrevista del ciclo. Está previsto que la investigadora que acuda a la cita en el Instituto internacional de Madrid sea la científica, empresaria y humanista Pilar Mateo.
Los antisistemas, el sistema solar, el sistema capitalista, la terapia sistémica o el ecosistema son algunos de los usos del término “sistema” que empleamos sin detenernos a pensar qué significa. Aclarar su sentido y relevancia es el primer objetivo del libro póstumo de la bióloga Donella Meadows, Pensar en sistemas; el segundo es que aprendamos a detectar y corregir los fallos de los diversos sistemas que ocasionan hambre, guerras, pobreza y cambio climático.
Más allá de la objetividad a la que aspira, la ciencia la hacen personas y convive con amenazas e imperfecciones. Se publica Los males de la ciencia, un libro que trata de sintetizar y exponer los principales problemas a los que se enfrenta, y que van desde el sistema de publicaciones a la falta de diversidad, pasando por la crisis de salud mental o los intereses que la rodean.
