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Los individuos jóvenes son más capaces de modificar la expresión de los genes que responden al ictus

Un equipo multidisciplinar del Instituto de Biomedicina de la Universidad de León (Ibiomed) ha descrito recientemente que los animales adultos jóvenes son más capaces de reaccionar ante un proceso de isquemia cerebral que los adultos viejos. Aunque se conoce que la isquemia cerebral es más habitual en personas mayores de 60 años y tiene relación con la hipertensión, aún no se han hallado las claves de estas diferencias entre animales jóvenes y viejos. La investigación demuestra que los individuos más jóvenes son tres veces más capaces de modificar la expresión de ciertos genes involucrados en el proceso.

Arsenio Fernández, investigador del Área de Biología Celular, en el Instituto de Biomedicina de la Universidad de León (Ibiomed).

La isquemia es una de las principales causas de muerte en países industrializados y la posibilidad de padecerla "crece exponencialmente" a partir de los 60 años, explica Arsenio Fernández, director del trabajo de investigación. Si no ocasiona la muerte, un suceso de este tipo puede provocar en quien lo padece parálisis o reducción en la movilidad, reducción en la capacidad de hablar, pérdida de memoria, etc.. La isquemia sucede cuando hay una obstrucción parcial o total en el riego sanguíneo al cerebro, lo que se traduce en una menor llegada de oxígeno, nutrientes y eliminación de productos del metabolismo en este centro de mando del organismo humano.

El grupo de Neurobiología del Ibiomed realiza ensayos en tres modelos diferentes en los que produce, de forma artificial, isquemia en modelos animales, en órgano aislado y en cultivos primarios de neuronas. El objetivo de estos estudios "es analizar el papel que juega la isquemia en algunos de los sistemas por los que se conectan las neuronas, valorando la expresión de los genes implicados en esta comunicación, los cambios que ha sufrido en el proceso y qué genes varían su expresión, entre otros factores".

Influencia de la edad

Desde que se abrió esta línea de investigación hace aproximadamente tres años, los científicos del centro de investigación leonés han observado cambios en uno de los sistemas de comunicación entre neuronas, denominado glutamatérgico, por su relación con el ácido glutámico o glutamato, el neurotransmisor excitatorio por excelencia de la corteza cerebral humana. Este sistema sufre importantes modificaciones como consecuencia de la isquemia, lo que lo convierte en una posible diana terapéutica para futuros fármacos, pero aún necesitamos conocer con más detalle las bases moleculares de su respuesta a la isquemia.

Tras analizar la expresión de algunos de los genes que están relacionados con este sistema de comunicación interneuronal, el equipo científico observó los adultos jóvenes tenían más capacidad para modificar la expresión génica del sistema glutamatérgico. Mientras que en los jóvenes la expresión de algunos genes del sistema se reducía a un 20 ó 25% como consecuencia de la isquemia, en los adultos viejos este porcentaje se elevaba al 60%, lo que indica una capacidad de respuesta al daño isquémico mucho más baja. Los investigadores analizan ahora los elementos que controlan la expresión de estos genes para conocer porqué esta capacidad de reacción disminuye con la edad.
Modelos
Los investigadores de este grupo proceden de las áreas de Biología Celular, Bioquímica y Biología Molecular así como de Medicina y Cirugía Animal que colaboran en el marco del Instituto de Biomedicina en un estudio que utiliza en tres modelos experimentales los mecanismos moleculares de la interrupción temporal de oxígeno y glucosa en las neuronas, que es en esencia el proceso que ocurre en el accidente cerebrovascular o ictus. Estos modelos son complementarios entre sí, y combinan los estudios in vivo en ratas, con el modelo de secciones de hipocampo y el modelo de cultivos celulares neuronales primarios de estos roedores. Los científicos trabajan con rata porque este modelo de isquemia se considera el "más parecido a lo que ocurre tras un ictus en humano", explica Fernández.

Junto a la línea de investigación relacionada con la edad, este equipo también analiza la relación existente entre el uso de antiinflamatorios y la isquemia. Hay que tener en cuenta que el uso de los antiinflamatorios es una medicación clave tanto en la medicina humana como en la veterinaria, y existen importantes interacciones entre estos fármacos y la respuesta a la isquemia.

El último trabajo del grupo de Neurobiología, que verá la luz en el número de julio de Neurochemistry International, ahonda en el conocimiento de la relación molecular entre un agente antiinflamatorio de uso tanto humano como veterinario, denominado meloxicam, y la isquemia cerebral. Actualmente este grupo de investigación analiza los efectos de diferentes agentes antiinflamatorios y realiza ensayos, en colaboración con la industria farmacéutica, de nuevos medicamentos, que puedan paliar los efectos del accidente cerebrovascular para los que aún no existe una medicación claramente eficaz.

Fuente: DiCYT
Derechos: Creative Commons
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