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Nuevos envases activos y biodegradables para productos grasos

Investigadores del grupo BIOMAT de la Universidad del País Vasco han desarrollado un envase biodegradable de una sola capa para productos grasos, sean líquidos o sólidos, a partir de subproductos agroindustriales. Hasta ahora se utilizan laminados multicapa como barrera para los gases.

Queso envasado al vacío en envase activo
Queso envasado al vacío en envase activo. / UPV/EHU

Los envases tradicionales de plástico protegen al producto, son baratos y duraderos. Sin embargo, su durabilidad es un serio problema para el medio ambiente, por lo que los científivos trabajan en el desarrollo de materiales sostenibles que cumplan con las tendencias observadas en fabricantes y consumidores.

Una de las estrategias medioambientales por las que se está apostando es el uso de materiales obtenidos a partir de materias primas procedentes de fuentes renovables que, una vez finalizado su ciclo de vida, tengan la capacidad de biodegradarse. En este marco, el grupo BIOMAT de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha desarrollado un nuevo envase biodegradable para productos grasos, tanto líquidos como sólidos, a partir de subproductos agroindustriales, contribuyendo así al consumo sostenible de materias primas y a la valorización de subproductos.

El envase es trasparente y, al mismo tiempo, una excelente barrera a la luz ultravioleta y a gases como el oxígeno

El envase es trasparente y, al mismo tiempo, una excelente barrera a la luz ultravioleta y a gases como el oxígeno. Habitualmente se utilizan laminados multicapa como barrera a gases, sin embargo, el producto desarrollado por el grupo BIOMAT es monocapa, lo que reduce considerablemente su coste. Además, puede sellarse térmicamente y es imprimible.

Este nuevo envase, que actúa de barrera entre el alimento y el exterior, pasa de ser mero contenedor (envases pasivos) a desempeñar un papel activo en el mantenimiento e incluso en la mejora de la calidad del alimento. Este envase activo tiene como función principal prolongar la vida útil del alimento envasado a través del control de los fenómenos de permeación, bien mediante el empleo de materiales barrera o bien mediante la retención de sustancias nocivas y la incorporación de sustancias beneficiosas para el alimento envasado.

“En el caso concreto del deterioro del alimento por reacciones de oxidación, hay que tener en cuenta que se trata de una reacción iniciada por radicales libres que progresa muy rápidamente, lo que dificulta su control. Para retrasar o inhibir esta reacción se pueden utilizar diferentes estrategias que actúen directamente sobre el oxígeno o sobre las especies capaces de reaccionar con él", explica Pedro Guerrero, investigador en Ingeniería de Materiales Renovables de la Escuela Universitaria Politécnica de la UPV/EHU.

En el primer caso, se puede evitar la entrada del gas desde el exterior mediante el empleo de materiales barrera. En el segundo, se puede recurrir a la adición de antioxidantes, bien en el interior del envase o en el propio envase. La demanda por parte de los consumidores de productos que no contengan compuestos químicos sintéticos ha provocado un creciente interés en el desarrollo de envases activos con aditivos naturales por parte de la industria alimentaria”.

Los investigadores han fabricado un envase activo con agentes antioxidantes naturales para quesos extra-grasos, grasos o semi-grasos, y quesos en porciones. Este envase prolonga la duración del producto en buenas condiciones, lo que juega un papel importante no sólo en la calidad del producto, sino también en la reducción de alimentos desechados sin consumir.

Más materiales de fuentes renovables

Los materiales procedentes de fuentes renovables representan un 1% de la producción mundial, según datos de European Bioplastics, pero a corto plazo se espera un aumento de este segmento de mercado, que llegaría a cuadruplicarse en 2017. Concretamente, en 2013 la producción mundial de bioplásticos fue de 1,6 millones de toneladas y se espera que alcance los 6,2 millones de toneladas en 2017, según el Institute for Bioplastics and Biocomposites.

"El ritmo de vida actual reduce la frecuencia con la que se realizan las compras, lo que exige envases que conserven el producto durante un mayor periodo de tiempo. Además, hay que considerar la preocupación de fabricantes de envases y envasadores para afrontar las nuevas tendencias en el sistema productivo y logístico y ofrecer nuevas soluciones a un precio competitivo. Este objetivo se podrá alcanzar si el desarrollo de los nuevos envases se adapta a la tecnología actualmente utilizada y si se optimiza el diseño para reducir la cantidad de material empleado", señala Guerrero.

Referencia bibliográfica:

T. Garrido, A. Etxabide, I. Leceta, S. Cabezudo, K. de la Caba, P. Guerrero. Valorization of soya by-products for sustainable packaging. Journal of Cleaner Production, 64, 228-233, 2014.

Fuente: UPV/EHU
Derechos: Creative Commons
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