Suscríbete al boletín semanal

Recibe cada semana los contenidos más relevantes de la actualidad científica.

Agencia Sinc
Si estás registrado

No podrás conectarte si excedes diez intentos fallidos.

Si todavía no estás registrado

La Agencia SINC ofrece servicios diferentes dependiendo de tu perfil.

Selecciona el tuyo:

Periodistas Instituciones
Jornada terapéutica sobre epidermiolisis bullosa en el CIEMAT

Presentan nuevas estrategias terapéuticas para los "niños mariposa"

Tras la discusión de los distintos enfoques en relación con la epidermolisis bullosa, los expertos reunidos en el Centro de Investigaciones Energéticas y Medioambientales (CIEMAT) el 2 y 3 de octubre han contrastado sus experiencias para aliviar las consecuencias de la epidermolisis bullosa (o síndrome de piel de cristal) en niñas y niños, los llamados "niños mariposa".

Un "niño mariposa". Foto: Butterfly Home Social Project

Los estudios genéticos que se pueden realizar por primera vez en España permitirán ofrecer a las parejas con alto riesgo de transmitir la enfermedad la posibilidad de realizar un diagnóstico prenatal, además de permitir un mejor asesoramiento a los pacientes y su familia en cuanto a las nuevas aproximaciones terapéuticas que se están desarrollando en la actualidad.

Angela Christiniano, de la Universidad de Columbia, fue la encargada de presentar el estudio realizado en EE UU. Esta aproximación consiste en transplantarle al paciente médula ósea de un individuo histocompatible y sano. Hasta el momento esta estrategia se ha llevado a cabo en un único paciente que evoluciona favorablemente después de ser trasplantado con la médula ósea de un hermano histocompatible y no afecto. El equipo planea reclutar más pacientes durante este año.

Riesgo de mortalidad

La mayor crítica realizada al estudio se basa en que al tratarse de una intervención agresiva (y el trasplante de médula ósea lo es), conlleva un alto riesgo de mortalidad en sí misma. Además, en caso de ser exitoso el injerto, se pueden presentar efectos adversos importantes en un porcentaje no despreciable de pacientes. No obstante, "ninguno de dichos problemas se han detectado en el primer paciente tratado de este modo", como resalta Christiano.

El ensayo, realizado en Inglaterra y descrito por el investigador John McGrath, consistió en inyectar intradérmicamente fibroblastos de un donante sano en la piel de cinco niños afectos.

Los resultados de este estudio, aunque “moderados” no dejan de ser esperanzadores para aquellos pacientes portadores de mutaciones que le permiten producir “algo” de colágeno VII. Sin embargo, el estudio no consiguió beneficios en pacientes incapaces de producir la proteína (pacientes portadores de mutaciones nulas, formas más severas de la enfermedad).

En la misma dirección del ensayo inglés, aunque con una forma de "administración" muy diferente, va el ensayo español que será el estudio que reclutará el mayor número de pacientes de todos los revisados durante el congreso (un total de12 pacientes).

En el ensayo clínico español, los fibroblastos sanos se administrarán embebidos en una matriz dérmica de fibrina diseñada y desarrollada por científicos españoles. Este tipo de administración es menos dolorosa para los pacientes que las inyecciones, y podría llegar a ser más eficiente, por ahora, los tres niños intervenidos evolucionan favorablemente, aunque, no será hasta 2010 cuando se conozcan los resultados finales. El estudio español fue presentado por Dirk Buscher.

Células madre epidérmicas de laboratorio

Finalmente, el grupo liderado por Fulvio Mavilio, de la Universidad de Modena, compartió su experiencia en terapia génica para este grupo de enfermedades. El estudio piloto llevado a cabo en Italia consiste en trasplantar células madre epidérmicas manipuladas previamente en el laboratorio (incorporación del gen sano en el genoma de dichas células). Después de tal manipulación las células recuperan su capacidad de producir la proteína normal (en este caso laminina 5) y por ende la adhesión dermo-epidérmica.

Mavilio junto con Michele de Luca han tenido, aunque en un único paciente, una experiencia excelente, al “curar”, por el momento, la forma juntural de dicho paciente en las zonas trasplantadas. El paciente lleva casi tres años trasplantado y la proteína se sigue produciendo en cantidades normales y su piel sigue firmemente adherida.

Durante el encuentro se puso de manifiesto que la estrategia de terapia génica para la forma distrófica de la epidermolisis va a ser más complicada que lo que ha sido para la forma juntural. El gen que codifica para el colágeno VII es mucho más grande que el de la laminina y presenta dificultades a la hora de integrarse correctamente en el genoma de las células madre epidérmicas.

Posibles modificaciones de protocolo

Modificaciones al protocolo original llevado a cabo para la forma juntural se están valorando para la forma distrófica y para aumentar la seguridad biológica de la estrategia de terapia génica en dermatología, en general

El encuentro ha puesto sobre la mesa que es posible que los pacientes afectos de epidermolisis bullosa distrófica deban ser clasificados, según las mutaciones que porten, en distintos grupos ya que probablemente sean diferentes las alternativas terapéuticas que se les pueda ofrecer a cada uno en un futuro que esperamos no muy lejano. Esto último remarca, una vez más, la importancia del diagnóstico genético en estos pacientes. Dicho diagnóstico se está llevando a cabo en el CIEMAT en colaboración con la Fundación Jiménez Diaz.

¿Qué es la epidermolisis bullosa?

Es un grupo de enfermedades genéticas de la piel, cuya característa es la formación de ampollas con un roce mínimo o sin roce aparente. Las personas enfermas tienen la piel tan frágil como las alas de una mariposa. Por eso las niñas y niños que la padecen suelen ser llamados "niños mariposa".

Como familia de enfermedades, tiene diferentes grados de afección según la variedad. A veces la fragilidad de la piel se limita a zonas específicas y en otras ocasiones se ve afectado todo el cuerpo.

Al ser una enfermedad genética, no es infecciosa ni contagiosa. Un "niño mariposa" mantiene su enfermedad durante toda la vida, pero no puede variar de un tipo a otro. Si padece una variedad leve, ésta no va empeorar con el tiempo hasta convertirse en otra más grave.

----------------------------------------

Referencias bibliográficas:

Mol Ther. 2007 Dec;15(12):2186-93

Mol Ther. 2008 Dec; 16 (12).

Más información:

Asociación de Epidermolisis Bullosa de España (AEBE)

Fuente: CIEMAT
Derechos: Creative Commons
Artículos relacionados