La vegetación de los ríos palia efectos del cambio climático

Según explican los investigadores, el cambio climático está provocando un aumento de la temperatura y un descenso de los recursos hídricos, que, entre otras muchas consecuencias, está limitando el desarrollo de fauna piscícola como los salmónidos. Conjuntamente con la Universidad de Vigo estudian el efecto de la vegetación de ribera como regulador de la temperatura del agua y también, por lo tanto, como medida de gestión para reducir los efectos del cambio climático.

Estos trabajos buscaron en primer lugar y a partir de modelos regionales existentes de predicción de cambio climático, estimar el efecto en los recursos hídricos mediante el uso de modelos hidrológicos y posteriormente el uso de modelos de simulación de la temperatura del agua para evaluar el efecto de la longitud y anchura de las franjas de vegetación rupícola en la reducción del incremento de temperatura de agua esperado.

Paralelamente, este equipo busca financiación para desarrollar una línea paralela de investigación para la lucha contra incendios forestales. El estudio estaría fundamentado en ayudar al establecimiento en las riberas de vegetación verde en lugares de difícil mantenimiento de forma natural que actuarían como cortafuegos naturales ante el fuego forestal.

Los análisis irían encaminados a buscar una manera de que se pudiera mantener esa banda verde en las riberas de los ríos para evitar la propagación del fuego. Esta línea está a la espera del apoyo económico de la Consellaría de Medio Rural para su desarrollo.

Regadíos de la Tierra Chá y de viñedos
Este equipo de investigación lugués fue el responsable de la elaboración del Proyecto de Modernización de Regadíos en la Tierra Chá, para la Comunidad de Regantes del Río Miño-Pequeño, que estuvo financiado por la empresa estatal SEIASA del Norte. Este proyecto surge del trabajo del grupo en la línea de investigación relacionado con la riega, así como del trabajo realizado en el Proyecto Empresarial Innovador del año 2002.

Después de un estudio de las necesidades hídricas de las plantaciones forrajeras destinadas a la alimentación del ganado de producción de leche y carne, diseñaron un sistema de aprovechamiento sostenible del agua del regadío estableciendo los distintos parámetros de arroyo. Actualmente acaban de rematar las obras de ejecución diera plan a lo que se pueden acoger de forma voluntaria los propietarios de la zona.

Además, el laboratorio ha firmado con varias bodegas de la Denominación de Origen Rías Bajas el estudio para la implantación de la fertirrigación en los viñedos y ver sus consecuencias en la calidad de la producción y también en las características del mosto.

Este sistema, que según el estudio arroja resultados positivos, consiste en realizar el tratamiento fertilizante de la tierra de cultivo mediante la riega, lo que permite un mayor aprovechamiento del abono, convirtiendo el cuidado del viñedo a un sistema más cómodo y práctico.

Si el aprovechamiento del agua que ofrece el medio natural es uno de los frentes principales de trabajo, también lo es el impacto que produce en medio Ambiente el uso del agua, en la búsqueda de los indicadores de sustentabilidad. Según explican, las necesidades creadas de agua tienen unas consecuencias que repercuten directamente sobre la cantidad y la calidad de los recursos hídricos, lo que conlleva a buscar ese uso sostenible del recurso natural.

Agroecología
La Agroecología ocupa un lugar destacado en la investigación del grupo, donde desarrolla su trabajo Xan Neira. Este nuevo enfoque de la agricultura, que está a cobrar actualmente una alta importancia, comporta el diseño de agroecosistemas bajo criterios ecológicos contemplando los aspectos económicos, sociales y ambientales.

Bajo este enfoque se desarrolla en Lugo un proyecto de compostaje subvencionado por la Consellaría de Medio Rural por lo que se pretende crear humus por la compostaje de residuos de biomasa forestal y zurro de granja.

La esencia y la puesta en valor de viejos usos tradicionales, como la generación de abono, a partir de restos de mato usados como cama para el ganado, en este caso mediante las técnicas de la compostaje, posee un indudable interés puesto que el producto obtenido, el humus, tiene vital importancia, segundo los criterios ecológicos, para conseguir uno “suelo vivo”, fundamental para la buena fertilidad de la tierra y la conservación de recursos hídricos.

Dentro del mundo rural, pero más relacionado con el consumo humano, los investigadores realizaron un estudio sobre el estado y funcionamiento de las depuradoras de los pequeños núcleos de población de la provincia de Lugo. El objetivo fue a conocer la problemática de la gestión del agua residual en el ámbito rural de Lugo.

El laboratorio de Ingeniería del Agua comenzó a funcionar en el año 88 pero es entre los años 1996 y 1998 cuando adquiere su dimensión actual de investigadores, en el que trabajan ocho profesores con la ayuda de cuatro doctorados. Hoy en día tienen seis tesis en desarrollo.