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La tecnología da una vuelta de tuerca más en su fricción con la vida privada con la aparición del gigante YouTube, cuyo dominio fue lanzado el 15 de febrero de 2005. El sitio más popular del mundo para compartir vídeos fue creado por tres antiguos empleados de PayPal, Steve Chen, Chad Hurley y Jawed Karim. Rápidamente se convirtió en una de las webs más visitadas del mundo, hoy solo superada por Google, que se hizo con el proyecto a cambio de 1.650 millones de dólares.
Ya ha llovido mucho desde que, el 23 de abril de 2005, Karim subía el primer vídeo a la plataforma, titulado Me at the zoo. No parecía un gran comienzo, pero estos apenas 20 segundos fueron el arranque de una nueva era en internet.
Con su eslogan Broadcast Yourself, toda una llamada de atención a los exhibicionistas de todo el mundo, YouTube fue un éxito instantáneo, al alentar a las personas a colgar sus vídeos personales, aunque también acabó siendo un terreno fundamental para la industria del entretenimiento global. Rápidamente el sitio se convirtió en un medio de difusión tan popular para la difusión de fenómenos de internet como los vídeos virales.
Aunque la compañía no tiene cifras exactas disponibles, YouTube –disponible en 40 idiomas– cuenta con cientos de millones de usuarios registrados y un archivo de vídeo en constante expansión que añade cientos de horas de vídeo cada minuto.
Uno de los mayores obstáculos para el modelo de negocio de YouTube son las infracciones de los derechos de autor. Los usuarios registrados envían rutinariamente clips de conciertos, películas o programas de televisión, provocando las iras de (y las demandas) de los proveedores de contenidos originales. YouTube también ha sido objeto de críticas por su censura de material, así como por la difusión de contenidos que pueden incitar al odio o a la violencia.
