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Los pacientes que sufren anorexia crónica severa, y no disponen de más opciones terapéuticas, podrían ser tratados con una operación neuroquirúrgica. El Hospital del Mar de Barcelona llevará a cabo un estudio con ocho personas que sufren esta enfermedad mental.
La técnica consiste en la colocación de unos electrodos en puntos clave del cerebro para que, a través de impulsos eléctricos, se inhiba la zona disfuncional que causa el trastorno y mejore el estado del paciente. Este tipo de intervención, ajustable y reversible, se aplica en enfermos de Parkinson y ya está aprobada para las personas afectadas por trastornos obsesivos-compulsivos (TOC).
Los participantes serán seleccionados por el Hospital del Mar y el Instituto de Trastornos Alimentarios (ITA). Aunque no ha sido probada en Europa, la técnica ha presentado muy buenos resultados en seis pacientes canadienses y cuatro pacientes chinos.
