Suscríbete al boletín semanal

Recibe cada semana los contenidos más relevantes de la actualidad científica.

Agencia Sinc
Si estás registrado

No podrás conectarte si excedes diez intentos fallidos.

Si todavía no estás registrado

La Agencia SINC ofrece servicios diferentes dependiendo de tu perfil.

Selecciona el tuyo:

Periodistas Instituciones
Una tesis de la Universidad de Salamanca analiza las variables que intervienen

La inestabilidad atmosférica y la humedad son determinantes en la propagación de incendios

El investigador Santiago Domínguez Martín ultima una tesis sobre desarrollo y propagación de incendios desde una perspectiva global, que incluye desde aspectos meteorológicos hasta consideraciones legales. El trabajo se basa en la experiencia acumulada en los últimos años por su director, Eulogio Luis García, del Departamento de Física General y de la Atmósfera de la Universidad de Salamanca, que ha desarrollado un modelo para calcular el riesgo de incendios en un lugar y un día concretos, basado en variables como el estado de la atmósfera y la humedad.

Imagen de la progresión de un incendio tomada vía satélite
Imagen de la progresión de un incendio tomada vía satélite. Foto: NOAA.

"Trabajamos con la hipótesis de que el fuego siempre progresa en vertical, de manera que si prendemos una cinta de papel y la ponemos en esta posición, arde de inmediato", explica a DICYT Eulogio Luis García. Esto quiere decir que el fuego guarda relación con la estructura vertical de la atmósfera, así que el desarrollo de un fuego depende de cómo se presente la atmósfera un determinado día.

Gracias al estudio sistemático de las estadísticas meteorológicas de diversas zonas en las que se han producido incendios en los últimos años, "somos capaces de asegurar que en determinadas condiciones meteorológicas se desarrollará el fuego y en otras no", asegura. En este sentido, la temperatura no es un elemento determinante, puesto que el año más caluroso de los últimos ha sido 2003 y, sin embargo, no es el que ha registrado más incendios. "Por ejemplo, en Castilla y León el pico de incendios se produce en el verano, pero curiosamente los meses de febrero y marzo son los siguientes que registran mayor actividad", señala.

Aunque "es verdad que indirectamente la elevación de la temperatura favorece que el fuego en superficie aumenta el tiro, es decir, la capacidad de las llamas de progresar verticalmente", Eulogio Luis García señala que el primer requisito para el avance un incendio es una atmósfera inestable. Con estabilidad, "el fuego asciende poco y el humo no progresa", resume.

El hueco del aire caliente

Sin embargo, el propio hecho del incendio genera fenómenos que habitualmente se consideran externos, como la presencia de viento, que en realidad se debe al propio incendio. "El aire caliente siempre progresa hacia arriba, de manera que al ascender éste, el aire que existe alrededor del fuego ocupa ese espacio, es decir, que todo incendio genera el viento que a su vez lo aviva", apunta.

El otro gran factor que determina la generación y expasión de un incendio es la sequedad del aire, como se demuestra sobre todo en las zonas costeras. A través de imágenes de satélite, los científicos han comprobado en los últimos años que sólo se producen grandes incendios cuando el viento sopla desde el interior hacia la costa, nunca al revés, ya que la humedad del aire impediría su progresión. Así, en las imágenes de satélite que captan los graves incendios ocurridos en los últimos años en Grecia, California, Canarias o Galicia siempre se observa cómo el humo se desplaza desde el interior hacia el mar.

Predicciones muy precisas

Eulogio Luis García, que ya dirige su tercera tesis relacionada con esta materia, y sus colaboradores vienen realizando predicciones sobre riesgo de incendios desde 1997 llegando a ofrecer cifras aproximadas de cuántos incendios se van a registrar en una determinada zona geográfica en una jornada con una antelación de dos o tres días. El modelo se basa en una clasificación que incluye todas las variables significativas: días estables y secos, estables y húmedos, inestables y secos e inestables y húmedos.

Entre los datos que manejan se encuentran los que han arrojado más de 46.000 incendios ocurridos en Galicia entre 1998 y 2006, aunque en los últimos años han estudiado también los de León, Zamora y la zona Norte de Portugal, conocida como Tras Os Montes. "Hay legislaciones distintas, un desfase en las labores agrícolas, altitudes y suelos distintos y, a pesar de todo, los incendios no se producen de forma aislada, en una jornada en la que se registran muchos fuegos en una provincia gallega, se producen también muchos en Zamora, por ejemplo", asegura el experto, de manera que llega a la conclusión de que los factores atmosféricos que abarcan grandes zonas geográficas son mucho más determinantes que la acción humana en la propagación de los fuegos.

Fuente: DICYT
Derechos: Creative Commons
Artículos relacionados