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La Fundación colabora ya con México, Colombia, Uruguay y Rusia, y recientemente se ha suscrito un acuerdo con el Centro de Estudios Migratorios Latinoamericanos de Argentina.
El diálogo y el intercambio de conocimientos es uno de los pilares en el desarrollo de las investigaciones dentro del Centro de Estudios Andaluces. Por este motivo, la Fundación está estableciendo una red de convenios y alianzas más allá de las fronteras españolas con el ánimo de difundir los conocimientos útiles de la región a otros lugares y, al mismo tiempo, aprender y asimilar los saberes de otras instituciones.
En esta línea, la Fundación mantiene abiertos nueve convenios de colaboración con cinco países: en México, se han firmado acuerdos con los Gobiernos de Jalisco y el Estado de Puebla, así como con la Universidad Autónoma de Tamaulipas; con la Universidad Estatal de Udmurtia, en Rusia; en Colombia, a través de un acuerdo con la Red de Universidades Públicas del Eje Cafetero, Alma Mater; con la Comisión de Investigaciones Científicas de Buenos Aires, en Argentina; y también en Argentina, se ha llegado a un compromiso con la Municipalidad de Tandil.
Los dos últimos acuerdos que el Centro de Estudios Andaluces ha suscrito son con Uruguay y Argentina: con el Centro de Estudios Migratorios de Latinoamérica (CEMLA) en Buenos Aires, y con el Centro Latinoamericano de Economía Humana (CLAHE) de Uruguay.
Además de los convenios internacionales, la Fundación mantiene acuerdos con 60 instituciones públicas, universidades, editoriales, fundaciones y centros de investigación en el territorio nacional. Todos estos acuerdos se podrán consultar a partir de ahora en al página web de la Fundación.
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La nueva institución fomentará y coordinará el uso de la evidencia empírica y el conocimiento científico para mejorar la toma de decisiones y el diseño de políticas públicas, según el jefe del Ejecutivo.
Los finalistas de este año están encabezados por un tipo de medicamentos inyectables prometedores para los problemas de salud asociados a la obesidad. Además, también aparecen en el ranking, el desarrollo de terapias con anticuerpos que pueden ralentizar la neurodegeneración en los enfermos de alzhéimer o el descubrimiento de fuentes naturales de hidrógeno bajo la superficie de la Tierra.
