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El gasto empresarial español en I+D crece un 20%

Los indicadores del sistema español de innovación siguen evolucionando en su proceso de convergencia con la media europea, con un crecimiento en el gasto empresarial español en I+D del 20%, según los últimos datos facilitados por la fundación para la innovación tecnológica Cotec en su “Informe 2008 sobre Tecnología e Innovación en España”. El informe se ha hecho público hoy durante la celebración de la asamblea anual de esta institución, presidida por S.M. el Rey.

Intervención del Rey Juan Carlos I en la Asamblea anual de Cotec. Foto: COTEC

La cifra de personal empleado en actividades de I+D es ya cercana a las 189.000 personas y se han dedicado más de 16.000 millones de euros a innovación, de los que cerca de 12.000 fueron para actividades de I+D. Los expertos consultados por Cotec detectan algunos problemas importantes del sistema, entre ellos el desajuste entre la formación que proporciona el sistema educativo y la que demandan las empresas para innovar o el escaso efecto tractor de la demanda nacional, tanto pública como privada, sobre la innovación.

Estas son algunas de las conclusiones del Informe Cotec 2008, en el que se recoge un completo análisis de los principales indicadores de I+D e innovación en España, a escala nacional y por Comunidades Autónomas, y su comparación internacional. El documento ha sido presentado hoy con motivo de la celebración de la Asamblea Anual de Cotec, en un acto presidido por S.M. el Rey, Presidente de Honor y principal impulsor de la Fundación, al que han asistido los representantes del Patronato de Cotec y más de un millar de invitados. El acto ha contado también con la intervención de la Ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, el Ministro de Industria, Comercio y Turismo, Miguel Sebastián, el Ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, el Presidente de Cotec, José Angel Sánchez Asiaín, y el Director General de Cotec, Juan Mulet.

En su intervención, José Angel Sánchez Asiaín anunció que Cotec centrará sus actividades en el potencial de las empresas y de la sociedad con el fin de contribuir a mejorar la eficiencia del sistema español de innovación, porque este es ahora su principal reto a pesar de que crece a buen ritmo. En su discurso el Presidente de Cotec señaló “la necesidad de revisar los objetivos de Cotec para enfrentarse a una situación distinta. Proponemos abrir dos nuevas áreas de acción. Una tiene como foco la empresa. La otra se orienta a la sociedad. Por lo que respecta a la empresa, proponemos, en primer lugar, orientar nuestra actividad a buscar propuestas que ayuden a que el conocimiento sea fuente de las innovaciones, tanto tecnológicas como no tecnológicas. En esta nueva área, y según nuestra propuesta, Cotec deberá desarrollar actividades que ayuden a entender cómo las empresas españolas pueden aprovechar la capacidad de nuestro sistema de innovación”.

“En cuanto a la segunda área –añadió-, orientada hacia la sociedad, nuestra propuesta se plantea actuaciones, cuyas consecuencias se inscriben, lógicamente, en un plazo más largo. Son actuaciones que deberán concluir en nuevas propuestas que ayuden a profundizar en la transformación de la sociedad española, en la que ésta ya está empeñada. Y para ello hemos identificado cuatro líneas de acción que podrían beneficiarse de nuestras reflexiones y análisis. Una dedicada a mejorar la formación en todos los niveles, pero especialmente en el primario y en el universitario. Otra a conseguir una mejor legislación para la innovación, que elimine barreras a la iniciativa emprendedora y estimule la asunción del riesgo que ello comporta. Una tercera que influya en los conocimientos, los hábitos y los valores que determinan nuestra cultura, para hacerla más innovadora. Y una cuarta, más concreta, y que con toda certeza se beneficiará de las anteriores, que reconozca y estimule la iniciativa juvenil emprendedora. Sobre ésta parece necesaria una urgente operación”.

Por último, concluyó que “ante todo deberemos ser capaces de explicar bien y a todos, la importancia del uso y de la generación de conocimiento para la competitividad de la economía. El valor implícito en la empresa preocupada por la sociedad. Y algo que es básico, que la sociedad valore la actividad emprendedora y aprecie el riesgo incurrido por sus actos”.

Según se recoge en el Informe Cotec 2008, España ha incrementado considerablemente los recursos dedicados a la I+D en los últimos años, de forma que el gasto español en I+D ha pasado de representar el 0,79% del PIB en 1995 al 1,20% en 2006, según los últimos datos publicados por el INE, un incremento que ha sido mayor en el sector empresarial que en el sector público. En el año 2006 el gasto en I+D de España fue de 11.815 millones de euros, un 15,9% más que en el año anterior, cuando la tasa acumulativa del quinquenio anterior fue del 12%. Esta aceleración del gasto total español en I+D contrasta con el crecimiento medio en los países europeos de referencia que ha sido sólo del 5% en el último quinquenio. Por sectores de ejecución destaca el crecimiento del gasto ejecutado por las empresas, que en 2006 ha acentuado todavía más su mejora con un crecimiento del 20% con respecto al año anterior.

Los recursos humanos dedicados a la I+D tampoco han dejado de crecer durante ese período, y en 2006 el número de personas dedicadas a actividades de I+D en equivalencia a dedicación plena (EDP) era más del doble que en 1995, y su peso con respecto a la población ocupada, en tanto por mil, ha pasado del 4,9 en 1995 al 9,6 en 2006. En el año 2006 ya había unas 189.000 personas trabajando en España en actividades de I+D, de las cuales cerca de 116.000 eran investigadores.

También ha crecido el número de investigadores con los que cuenta el sistema español de innovación en el periodo 1995-2006, aunque su crecimiento, excepto en el primer quinquenio, se ha producido a unas tasas de variación inferiores a las tasas de crecimiento del total del personal dedicado a la I+D. Esta evolución se corresponde con la transformación de un sistema de innovación con gran peso del sector público hacia un sistema que hace más hincapié en la investigación aplicada con fines económicos, en el que el personal técnico y auxiliar cobra una mayor relevancia dentro de los equipos de trabajo.

Estos importantes crecimientos han producido efectos en los resultados del sistema tal y como reflejan los indicadores de producción científica y de comercio de productos de alta tecnología. La producción de artículos científicos de difusión internacional, en los que al menos un autor pertenece a una institución española, ha mantenido una tendencia de crecimiento en los últimos años, alcanzando una cuota del 3,1% respecto al total de la producción mundial. También las exportaciones de productos de alta tecnología han mantenido tasas acumulativas anuales de crecimiento positivas durante el período (1995-2000: 9,76; 2000-2005: 6,23), si bien la variación anual 2005/2006 ha sido negativa (-8,09) y este crecimiento durante el periodo no ha logrado incrementar el ratio de cobertura de productos de alta tecnología que ha pasado del 0,47 en 1995 al 0,32 en 2006.

El esfuerzo en I+D de las regiones españolas

Entre 1995 y 2006, casi todas las regiones han incrementado sus esfuerzos en I+D de forma importante, entre las que destacan Navarra y La Rioja. Sin embargo, la diferencia de esfuerzo en I+D entre las regiones es considerable y en 2006 este esfuerzo varió entre el 1,99% registrado por Madrid y el 0,29% registrado por Baleares. Estas diferencias vienen produciéndose al menos desde hace una década y van acentuándose paulatinamente, ya que el coeficiente de variación para 2006 era del 0,45 mientras que para 1995 era del 0,33.

Entre las comunidades autónomas que registraron un mayor gasto en I+D en 2006 se encuentran Madrid (1,99%), Navarra (1,92%), País Vasco (1,58%), Cataluña (1,42%) y La Rioja (1,05%). A continuación les siguen Castilla y León con un 0,98%, Comunidad Valenciana (0,96%), Asturias (0,90%), Andalucía (0,89%), Galicia (0,89%), Aragón (0,88%), Cantabria (0,80%), Murcia (0,75%), Extremadura (0,73%) y Canarias (0,64%). Con gastos por debajo del 0,50% se encuentran Castilla-La Mancha (0,46%) y Baleares (0,29%).

Las diferencias de esfuerzo en I+D de las regiones no pueden atribuirse exclusivamente a las diferencias en su desarrollo, ya que en 2006 el esfuerzo en I+D de las “regiones de convergencia” ha sido del 0,82% y, sin embargo, cuatro comunidades con mejores rentas (Baleares, Canarias, Murcia y Cantabria) han realizado un esfuerzo en I+D inferior a la media de aquellas. Globalmente, el esfuerzo en I+D de las regiones de convergencia ha sido sólo un 32,1% menor que el del conjunto de España (1,20%).

La concentración del gasto en I+D, sobre todo en Madrid y Cataluña, sigue siendo la característica básica del sistema español de innovación, que cuenta también con una participación importante de los sistemas regionales andaluz, vasco y valenciano. Estas cinco regiones concentran en total, el 77,2% de los gastos nacionales en I+D y aportan el 66,1% del PIB español (648.679 millones de euros).

Aunque este esfuerzo ha situado a España en el camino de convergencia con la UE-27 y con la OCDE, el avance sigue siendo aún insuficiente ya que según los últimos datos de esta última Organización que permiten una comparativa internacional, en 2005 el esfuerzo total en I+D (gasto interno total en I+D en porcentaje del PIB) de España se situó en el 64% de la UE-27 (1,12% frente a 1,74%) y prácticamente en la mitad de la media de la OCDE (2,25%).

El esfuerzo en I+D de las empresas españolas presentaba en ese mismo año diferencias aún más importantes tanto con respecto a la UE-27, que fue sólo algo superior a la mitad, como con respecto a la OCDE, que era sólo del 39%. Y el esfuerzo en I+D en el sector público español también se encuentra por debajo, si bien con menores diferencias. En cuanto a la distribución del gasto en I+D en España tampoco sigue todavía los patrones de las economías desarrolladas, ya que los gastos empresariales españoles en porcentaje del gasto total en I+D (53,8%) siguen estando por debajo de la media de la UE-27 (62,6%) y de la OCDE (68%).

El porcentaje de población ocupada en España que se encuentra empleada en actividades de I+D está más cerca de la media europea (9,1 en España y 10,1 en la UE-27), pero en España hay una mayor proporción de investigadores que en la UE-27 y el porcentaje de ellos que desarrollan sus actividades en el sector empresarial es, por el contrario, mucho menor en España (31,9%) que en la UE-27 (48,3%) y en la OCDE (64,2%).

Por otra parte, las patentes triádicas registradas en 2005 por empresas o centros de investigación españoles siguen representando un porcentaje muy bajo del total de solicitudes de los países de la UE-27 y del total de los países de la OCDE, 1,34% y 0,39% respectivamente. El moderado esfuerzo empresarial y este número relativamente bajo de patentes repercuten negativamente en la tasa de cobertura de la balanza comercial de los sectores industriales de alta tecnología y en el comportamiento de las exportaciones españolas de productos de alta tecnología.

Los expertos detectan problemas

El valor del índice sintético de opinión incluido dentro del Informe Cotec 2008, que recoge la opinión de un amplio panel de expertos, confirma las expectativas favorables sobre la evolución del sistema. Sin embargo, los expertos no se sienten satisfechos con la situación y evolución del entorno en el que se desarrolla la actividad innovadora ni con los resultados que de ella se obtienen, y ven con especial preocupación el desajuste entre la formación y la capacitación que proporciona el sistema educativo y lo que las empresas demandan para innovar, así como el escaso efecto tractor de la demanda nacional, tanto pública como privada, sobre la innovación.

Los indicadores sobre capital humano que se recogen en el Informe reflejan que la distribución en niveles formativos de la población española de más de 16 años es singular en el contexto europeo, de forma que el porcentaje de población que como máximo ha cursado la educación secundaria obligatoria es el doble que en Alemania y un tercio más que en Francia, y el porcentaje de población española con titulación superior está entre los más altos de Europa. Y, sin embargo, es escaso el número de personas con un nivel medio de formación que accede al sistema productivo, un nivel de cualificación que es considerado muy importante para la innovación incremental. Al mismo tiempo, a pesar del elevado número de titulados españoles, los empleados que desempeñan funciones de científicos o ingenieros en empresas es proporcionalmente menor que en Europa. Probablemente este problema tenga relación con el anterior, y podría indicar que la falta de personal con formación media se está subsanando empleando para hacer su trabajo a personas con formación superior.

Otra disfunción denunciada por los expertos consultados por Cotec es el escaso efecto tractor de la demanda nacional. Cerca del 70% de los expertos ha considerado que este problema era muy importante, coincidiendo en esta preocupación con la que la Comisión Europea refleja en sus recientes comunicaciones sobre competitividad. Una cuestión que trata específicamente el Informe Cotec 2008, desde la tranquilidad que para el caso español supone la reciente Ley 30/2007 de contratos del sector público, que permite una nueva modalidad de contrato de colaboración entre el sector público y el privado. Es lo que los expertos llaman la compra pública de tecnología innovadora y a la que reconocen la doble capacidad de mejorar los servicios públicos y contribuir a aumentar la I+D empresarial.

Novedades importantes en España y en Europa en 2008

Durante 2008 se ha iniciado una nueva etapa del Plan Nacional de I+D+i, el principal instrumento de política científica y tecnológica del Gobierno, caracterizada por la ruptura que, con respecto a anteriores ediciones ha supuesto su nueva configuración que deja atrás el modelo basado en áreas temáticas y da paso a uno basado en la definición de instrumentos que den respuesta a los objetivos estratégicos y operativos de la Estrategia Nacional de Ciencia y Tecnología (ENCYT). A ello se une la importante novedad que supone la creación del nuevo Ministerio de Ciencia e Innovación, sobre el que posiblemente recaerán las principales responsabilidades de la gestión del Plan.

En el ámbito europeo, la principal novedad de este año es la creación del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT), que se une al Programa Marco de Investigación, Desarrollo y Demostración y al Programa Marco de Innovación y Competitividad en el objetivo de contribuir, a través del conocimiento, al desarrollo económico de la Unión Europea aumentando la competitividad de sus empresas.

Todo ello supone para España una gran oportunidad y un desafío trascendente para su economía, acentuado por el cambio de ciclo económico actual, que requiere un esfuerzo común tanto de los gestores de la política como de las empresas e investigadores como principales agentes implicados en el sistema español de innovación.

Fuente: SINC/COTEC
Derechos: Creative Commons
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