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Los programas escolares pueden reducir la prevalencia de la obesidad infantil

Un trabajo realizado por investigadores de centros catalanes indica que la intervención en las escuelas ayuda a reducir la prevalencia de la obesidad en niños y niñas. En los programas han participado cerca de 2.000 niñas y niños de escuelas de Reus, Cambrils, Salou y Vila-seca.

El programa EdAl de educación en alimentación tiene el reto de sensibilizar a la población infantil de la influencia de la dieta i la actividad física en la salud.

Promover actividades en las escuelas para concienciar a los niños y sus padres de la importancia de tener unos buenos hábitos alimentarios y de realizar actividad física diaria para mejorar los estilos de vida y reducir la prevalencia de la obesidad entre la población infantil.

Esta es la conclusión de un estudio que se ha publicado en la revista científica Trials después de un trabajo de 28 meses y de realizar medidas antropométricas a 1.222 niñas y niños de 24 escuelas de Reus como grupo intervención. Los investigadores han comprobado que, comparando estos niños con 717 más de 14 escuelas de Cambrils, Salou y Vila-seca, que no han recibido intervención, la prevalencia de la obesidad se ha reducido en los de Reus.

La prevalencia es la proporción de personas que tienen una determinada patología, en este caso obesidad, en un determinado momento y lugar. El cálculo se puede hacer a través del índice de masa corporal, que permite hacer la clasificación y determinar cuántos niños y niñas eran obesos al inicio del estudio y cuántos eran obesos al final. En este estudio se constata que hay una disminución significativa de la prevalencia de obesidad, especialmente en el caso de los niños.

Los resultados del trabajo muestran que las actividades hicieron reducir la prevalencia de obesidad, especialmente en los niños

También se hicieron encuestas de hábitos alimentarios y de estilo de vida, que rellenaron las familias al inicio y al final del estudio. De media, los niños y niñas que participaron en esta investigación tenían 8,4 años y el 49,9% eran niñas.

Los resultados del trabajo muestran que, en este tiempo, las actividades –clases prácticas sobre los hábitos saludables de vida, la introducción de objetivos nutricionales y actividades con las familias– hicieron reducir la prevalencia de obesidad, especialmente en los niños, donde se observó un crecimiento de la prevalencia entre el inicio y el final del estudio del 2,03% en el grupo de niños que no habían recibido la intervención y una reducción del 2,36% en el grupo la recibió.

Entre las niñas se observó también un decrecimiento de la prevalencia de obesidad más acentuado en el grupo que recibió la intervención: 1,66% de decrecimiento entre las niñas que habían recibido la intervención y un 1,03% en el grupo que no la recibió.

Esta variación de resultados entre los niños y las niñas se podría explicar porque los cambios fisiológicos aparecen antes en las niñas y más tarde en los niños.

Estilos de vida

También se observaron resultados prometedores en cuanto al índice de masa corporal y los estilos de vida, especialmente en cuanto a las horas de actividad física, que incrementaron.

Otro objetivo era detectar estilos de vida que se pudieran considerar factores de riesgo para desarrollar obesidad infantil –como por ejemplo dietas poco equilibradas, vida sedentaria, etc.– para ser capaces de diseñar estrategias similares centradas en los factores que se asocien a un mayor riesgo de obesidad. Los resultados muestran que el consumo habitual de pescado es un factor protector contra la obesidad, mientras que comer a menudo en restaurantes de comida rápida es un factor de riesgo que facilita su aparición.

El estudio ha sido coordinado por Montse Giralt (Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la URV) y Rosa Solà, de la misma facultad e investigadora también del Hospital Universitario Sant Joan de Reus. El equipo de investigadores está formado por Rosa Albaladejo, Lucía Tarro y Elisabet Llauradó, las tres de la Facultad de Medicina de la URV; David Moriña, de la Unidad de Bioestadística de la Facultad de Medicina de la UAB y del Centro Tecnológico de Nutrición y Salud de Reus; y Victoria Arija, investigadora de la URV, del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili y del Instituto de Investigación en Atención Primaria Jordi Gol i Gorina.

Referencia bibliográfica:

“A primary-school-based study to reduce the prevalence of childhood obesity – the EdAl (Educació en Alimentació) study: a randomized controlled trial” Trials, 15(1), 58 (2014). Lucia Tarro, Elisabet Llauradó, Rosa Albaladejo, David Moriña, Victoria Arija, Rosa Solà, Montse Giralt.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons

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