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Rastrean la huella genética del pueblo asturiano

El ADN de los asturianos conserva aún hoy trazas de épocas remotas. Una investigación desarrollada en la Universidad de Oviedo acredita que las antiguas fronteras marcadas por los asentamientos astures prerromanos han dejado su rastro de ADN en las poblaciones actuales.

Imagen de una romería popular celebrada en las cercanías de Oviedo a principios del siglo XX. / Foto del archivo personal de Fernando De la Fuente.

La secuenciación del ADN ha permitido observar una marcada estructuración genética que coincide con las fronteras entre los asentamientos astures de la época prerromana. Un estudio de la Universidad de Oviedo ha recopilado 486 muestras de individuos de 61 concejos asturianos cuyos padres y abuelos habían vivido en la misma zona geográfica.

Los análisis han permitido detectar una marcada estructuración genética en Asturias que se diferencia de la que caracteriza otras zonas de la península. Dentro de la región se aprecia además la presencia de linajes genéticos distintos en los extremos oriental y occidental, cuyas poblaciones muestran indicios de diferenciación genética entre ellas y con respecto a las centrales.

Los análisis han permitido detectar una marcada estructuración genética en Asturias que se diferencia de la que caracteriza otras zonas de la península

El porqué de esa diferenciación genética entre poblaciones encuentra una explicación en las barreras de la accidentada orografía asturiana. Los ríos Sella y Navia marcan límites territoriales puramente geográficos, pero que se ven reforzados por una barrera sociopolítica al coincidir ambos caudales con las fronteras existentes entre las antiguas tribus astures que poblaban esas zonas en época prerromana.

El estudio desarrollado por Antonio Fernández Pardiñas se llevó a cabo en el departamento de Biología de Organismos y Sistemas y estuvo dirigido por Belén López Martínez y Eva García Vázquez.

El trabajo de campo supuso recopiló las pruebas genéticas que supusieron la secuenciación del ADN mitocondrial (marcador genético transmitido por la madre) de 429 de ellas y 192 análisis genéticos del cromosoma Y (marcador genético transmitido por el padre).

La muestra asturiana se integró en una base de datos con más de 9.500 referencias procedentes de otras poblaciones de Europa y África del Norte para encontrar patrones geográficos a escala local, regional y europea. Las tendencias detectadas en esa comparación estadística permiten relacionar a la población antigua de Asturias con la de otras regiones de la llamada zona Franco-Cantábrica.

Los datos obtenidos al secuenciar el ADN mitocondrial y el cromosoma Y revelan una coincidencia casi total entre ambos marcadores genéticos, lo cual sugiere un origen antiguo de las subpoblaciones asturianas, basado en agrupaciones de tipo familiar relativamente aisladas entre sí y con una movilidad similar para ambos sexos.

Los hallazgos de esta tesis doctoral sobre la antropología física del pueblo asturiano han sido publicados por las revistas científicas: American Journal of Physical Antropology, Journal of Human Genetics y PLoS ONE.

Fuente: Universidad de Oviedo
Derechos: Creative Commons
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