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Serviría para recuperar la movilidad en personas con trastornos degenerativos

Una tecnología no invasiva permite dirigir con la mente un robot volador

Se pueden controlar los objetos con el cerebro. Aunque parezca ciencia ficción, gracias a un método pionero, investigadores de la Universidad de Minnesota están convirtiendo esta quimera en una realidad. Los resultados pueden ser útiles para la recuperación de las personas con enfermedades neurodegenerativos.

El dispositivo permite controlar un objeto con el cerebro.

Se pueden controlar los objetos con el cerebro. Aunque parezca ciencia ficción, gracias a un método pionero, investigadores de la Universidad de Minnesota están convirtiendo esta quimera en una realidad. Los resultados pueden ser útiles para la recuperación de las personas con enfermedades neurodegenerativos.

Un estudio publicado en el Journal of Neural Engineering describe el trabajo de un grupo de científicos de la Universidad de Minnesota (EEUU) que ha aprendido a usar la mente para dirigir un robot volador.

El pionero hallazgo puede servir en un futuro para recuperar diversas funciones como el habla y la movilidad en las personas afectadas por enfermedades neurodegenerativas al permitir el control de prótesis, sillas de ruedas u otros dispositivos.

Además, es completamente no invasivo. Las ondas cerebrales (EEG por sus siglas en inglés) son captadas por los electrodos situados en el cuero cabelludo, no mediante un chip implantado en el cerebro.

Las ondas cerebrales son captadas por los electrodos situados en el cuero cabelludo, no mediante un chip implantado en el cerebro

“Durante toda mi carrera he apostado para las interfaces cerebro-ordenador 3D no invasivas o BCI", explica Bin He, autor principal del trabajo. "Otros investigadores han utilizado un chip implantado en la corteza motora del cerebro para impulsar el movimiento de un cursor por una pantalla o un brazo robótico. Pero aquí tenemos la prueba de que también se puede conseguir mediante las BCI no invasivas”.

Los expertos pretenden aplicar esta tecnología para ayudar a pacientes con discapacidad a interactuar con el mundo. "Incluso puede ayudar a personas con apoplejía o alzhéimer. Ahora estamos analizando pacientes con accidente cerebrovascular para ver si puede ayudar a renovar los circuitos cerebrales en las zonas dañadas".

Un mapa del cerebro

El sistema BCI desarrollado por He funciona gracias a la geografía de la corteza motora, la zona del cerebro que regula el movimiento. Cuando nos movemos o pensamos en un movimiento, las neuronas en la corteza motora producen pequeñas corrientes eléctricas. Y al pensar en un movimiento diferente se activan una nueva variedad de neuronas.

Los cinco voluntarios primero aprendieron a usar pensamientos para controlar el movimiento 1-D de un cursor en una pantalla, a continuación los movimientos del cursor 2-D y por último, el control 3-D de un helicóptero virtual.

"Fuimos los primeros en utilizar tanto imágenes de resonancia magnética funcional y EEG para mapear dónde son activadas las neuronas cuando te imaginas movimientos", afirma He. "Ahora sabemos desde dónde vienen las señales". Para los autores, este conocimiento sobre qué tipo de señales son generadas por el pensamiento ayuda a optimizar el control de los objetos voladores en tiempo real.

Referencia bibliográfica:

Karl LaFleur et al. “Quadcopter control in three-dimensional space using a noninvasive motor imagery-based brain–computer interface”. J. Neural Eng. 10 046003 doi:10.1088/1741-2560/10/4/046003

Fuente: Universidad de Minnesota
Derechos: Creative Commons
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