Una investigación revela que la leche de las focas grises del Atlántico Norte contiene un 33 % más de moléculas de azúcar que la leche materna humana. Estos azúcares son esenciales para el desarrollo de los bebés y las crías, por lo que los investigadores proponen que se podría usar en nutrición infantil o control de infecciones.
Gracias a una herramienta CRISPR que elimina el ARN, investigadores del CABD han descubierto un nuevo factor con un papel crucial en la fertilidad. Este factor media una modificación química por la que el embrión activa su propio genoma y borra las instrucciones heredadas de la madre para iniciar su formación.