Suscríbete al boletín semanal

Recibe cada semana los contenidos más relevantes de la actualidad científica.

Agencia Sinc
Si estás registrado

No podrás conectarte si excedes diez intentos fallidos.

Si todavía no estás registrado

La Agencia SINC ofrece servicios diferentes dependiendo de tu perfil.

Selecciona el tuyo:

Periodistas Instituciones

Cinco especies de plantas medicinales distintas tenían el mismo nombre

El díctamo era conocida desde hace siglos por ser una planta con propiedades curativas. Sin embargo, en las farmacias de la antigüedad, la planta medicinal que se manejaba no pertenecía a una especie, sino a cinco. Un equipo de investigadores, liderado por la Universidad de Alicante, aclara en un nuevo estudio las especies a las correspondía en realidad.

Díctamnus hispanicus
Dictamnus hispanicus. / Vanessa Martínez Francés (CIBIO).

El díctamo es una planta antigua cuya relevancia a lo largo de los tiempos se pone de manifiesto tanto en la medicina como en la magia: componente de las fórmulas magistrales de Dioscórides, y ensalmo para invocar a ángeles y demonios en el Grimorium Verum, también llamado Clavícula de Salomón, uno de los libros más buscados e incinerados por los tribunales de la Inquisición.

Estas plantas se usaban para problemas ginecológicos preparto y postparto, la epilepsia, o simplemente, como antídotos de todo tipo de venenos

"Pero el problema está en el concepto que tenían los antiguos sobre las plantas, más utilitario que científico, lo cual permitía que con un mismo nombre se designasen varias plantas muy distintas botánicamente hablando, pero con virtudes terapéuticas similares", explica Segundo Ríos Ruiz, profesor de Botánica de la Universidad de Alicante (UA), investigador del Instituto Universitario de Investigación CIBIO, y director de la Estación Biológica-Jardín Botánico de Torretes .

Para resolver este viejo enigma, el grupo de investigadores de universidades de Alicante, Murcia, Miguel Hernández y la UCL School of Pharmacy de Londres han investigado y recopilado información escrita desde el siglo V a.C. hasta la actualidad y evidencias arqueológicas incluso más antiguas, como los frescos de Knossos en Creta, para aclarar y saber a qué especie o especies botánicas se referían cada uno.

En el estudio, publicado en la revista Journal of Ethnopharmacology, los autores reconocen que, bajo el concepto antiguo de dictamnus, se manejaron en las farmacias de todo el Mundo antiguo, al menos cinco especies de plantas medicinales distintas, pertenecientes a las familias botánicas de las Rutáceas y Lamiáceas, usadas tradicionalmente para problemas ginecológicos preparto y postparto, otras enfermedades graves como la epilepsia, o simplemente, como antídotos de todo tipo de venenos.

Así ocurrió con el intento de envenenamiento con arsénico del Papa Luna (Benedicto XIII), confinado en su castillo de Peñíscola, y cuya vida recuperó un monje judeo-converso gracias a un bebedizo entre cuya composición figuraba el díctamo. El Papa se salvó de la muerte y, desde entonces, se conoce esta fórmula como “tisana del Papa Luna”.

Los resultados de esta revisión no solo constatan todas las especies relacionadas con el díctamo, de las cuales las más importantes son Dictamnus albus y Dictamnus hispanicus, Origanum dictamnus y Ballota pseudodictamnus, si no que han puesto de manifiesto dos tradiciones antagónicas respecto de estas plantas.

Por un lado y siguiendo a los textos clásicos greco-latinos, el sur de Italia, Grecia, Creta, Turquía, Palestina, norte de África y en general todos los países islámicos usaron y recomendaron O. dictamnus (un orégano endémico de Creta) que, en su defecto y con mucha frecuencia, se adulteraba con B. pseudodictamnus (un manrrubio muy abundante en Italia).

Por otro lado, la tradición balcánica, centro-europea e ibérica recorriendo las cadenas montañosas Europa desde los Cárpatos, Alpes, Pirineos hasta la Sierra Nevada, que siempre usaron Dictamnus albus (también D. hispanicus en el este, sureste y sur de España).

Desde Suecia, el científico Linneo (1753) al nombrar a estas tres plantas concedió más crédito a la tradición botánica germánica y dejó para estas últimas el nombre latino a nivel de género, aunque dejando el rastro de la antigua confusión en sus epítetos específicos. "Es curioso como en España, a pesar de la fuerte herencia de la medicina árabe, se impuso al menos a nivel popular, la tradición nórdica frente a la tradición mediterránea", afirma el botánico.

El díctamo en la Comunidad Valenciana

Pero, sin duda, la gran importancia de esta planta en la Comunidad Valenciana queda reflejada en un hecho singular. El díctamo (D. hispanicus) de esta zona tiene un nombre popular propio y diferente para cada una de las tres provincias: timó real en Alicante, alfábega de pastor en Valencia y gitam en Castellón.

No fue hasta hasta bien entrado el siglo XVI cuando se deshizo el entuerto.

En Alicante, el timó real es precisamente una de las plantas más buscadas para la elaboración del herbero, bebida hidroalcohólica basada en la maceración de numerosas plantas medicinales. En Castellón, su importancia es mayor, y el licor de hierbas se denomina asimismo gitam. En las provincias limítrofes manchegas, murcianas y andaluzas, esta planta se denomina tarraguillo.

"En la Comunidad Valenciana también ha quedado un bonito rastro del uso mágico del díctamo, en el elenco de Les Rondalles Valencianes de Enric Valor", indica Ríos. Sin embargo, no fue hasta hasta bien entrado el siglo XVI cuando se deshizo el entuerto.

"No se pudo determinar la magnitud de esta gran confusión entre plantas tan distintas hasta que los médicos de Italia y España respectivamente, Pietro Andrea Mattioli (año 1554) y Andrés Laguna (año 1555), publicaron su traducción de Dioscórides", asegura el científico.

Laguna nació en Segovia, estudió en Salamanca y quizás por ser descendiente de conversos, prefirió trabajar en otros países de Europa. Ambos autores, ayudaron a discernir claramente entre los distintos dictamnus que circulaban por las boticas. "A la hora de usarlos como medicamentos, el problema era de tal magnitud que se podía prescribir por confusión un “orégano” (Origanum dictamnus) para los ataques de epilepsia en lugar de raíces del díctamo verdadero (Dictamnus albus, D. hispanicus) que si servía para ello", concluye el investigador.

Referencia bibliográfica:

V. Martínez-Francés, D. Rivera, M. Heinrich, C. Obón, S. Ríos. “An ethnopharmacological and historical analysis of “Dictamnus”, a European traditional herbal medicine”. Journal of Ethnopharmacology 175: 390-406, diciembre de 2015

Fuente: Universidad de Alicante
Derechos: Creative Commons

Solo para medios:

Si eres periodista y quieres el contacto con los investigadores, regístrate en SINC como periodista.

Artículos relacionados