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Después de cuatro ponencias que han abordado el tema de salud y mujeres desde una perspectiva clínica, política e histórica, el ciclo ha sido clausurado por la directora del Instituto de Salud Carlos III, Flora de Pablo. La profesora ha recordado que, aunque el 74% de los estudiantes de Medicina son mujeres, sólo hay un 14% de catedráticas españolas, cifra que baja hasta el 12,2% dentro del área de Ciencias de la Salud.
“La legislación de igualdad de oportunidades se ha incumplido de manera flagrante en España las pasadas décadas”, ha apuntado Flora de Pablo, directora del Instituto de Salud Carlos III, durante la conferencia de clausura del ciclo 'Salud y mujer: una perspectiva integral', que la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y la Fundación de Ciencias de la Salud han organizado en el Instituto Internacional.
“Aunque del total de personas licenciadas en Medicina 43 % son mujeres, sólo hay un 12% de catedráticas en nuestro país”, ha señalado de Pablo. Según datos procedentes de la Unidad de Mujeres y Ciencia, perteneciente al Ministerio de Educación y Ciencia, esta cifra sube hasta el 14% dentro si se toman todas las áreas.
Estas cifras continúan descendiendo a medida que nos acercamos a puestos de mayor prestigio: de un total de 28 facultades de Medicina, sólo cinco cuentan con una decana al frente (Barcelona, Cadiz, Sevilla y las privadas Clínica Universitaria de Navarra y San Pablo-CEU). Además, de 72 universidades que hay en España, únicamente seis tienen una rectora. Por su parte, en el ámbito hospitalario sólo hay un 18% de mujeres gerentes y un 10% de jefas de servicio. “Se están perdiendo talentos femeninos debido al poco apoyo con que cuentan”, ha destacado De Pablo.
Todos estos datos contrastan con la distribución de las matrículas de Medicina, en la que las mujeres son muy superiores a los hombres (el 74% frente al 26%, en 2006). A este respecto, la directora del Instituto de Salud Carlos III no cree que sea bueno que dicha licenciatura esté "tan feminizada", por lo que “habría que fomentar la presencia de hombres para lograr equilibrar las especialidades”, ha afirmado.
Para la actual directora del Instituto de Salud Carlos III, “las mujeres no estamos donde deberíamos en el ámbito de la investigación, razón por la cual la equidad de género ha sido incluida en la base del Plan Nacional de I+D+i 2008-2011”. Entre otras cosas, en relación con el ISCIII, llama la atención que los directores de los CIBER creados hasta el momento sean todos hombres, habiendo muy pocas solicitantes mujeres en dichas convocatorias. Por encima de todo, “debemos tener muy presente que sólo se podrá progresar si unos y otras tienen objetivos comunes”.
La última de cuatro ponencias
La conferencia titulada 'Investigación Biomédica en el Siglo XXI: desde la política científica al género' ha estado presentada por el profesor Diego Gracia, presidente de la Fundación de Ciencias de la Salud. Esta charla ha sido la última de las cuatro ponencias del ciclo, cuyo objetivo primordial ha sido la profundización en las diferencias que existen en la salud y la en investigación biomédica entre mujeres y hombres.
El ciclo 'Salud y mujer: una perspectiva integral' ha querido ofrecer una perspectiva integral de la salud en las mujeres, analizando el punto de vista biológico y ahondando en las desigualdades que se producen por otros factores ligados al género, una construcción cultural y social en continuo cambio. En las tres primeras, se han abordado la perspectiva clínica, la visión de la política sanitaria y de la historia de la Medicina.
Un nuevo estudio revela que las personas que soportan abusos y desatención en la infancia pueden tener tres veces más probabilidades de ingresar en un hospital por trastornos relacionados con el consumo de alcohol y otras sustancias a la edad de 40 años, en comparación con las que no sufren estos daños.
Un estudio, llevado a cabo por investigadores del Instituto de Salud Carlos III, concluye que la introducción en nuestro país en 2015 de la inmunización de embarazadas frente a esta enfermedad ha permitido reducir las tasas de hospitalización y la duración de los ingresos hospitalarios en menores de 3 meses.
