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Este año, la farmacéutica Lilly premia el trabajo de Jaume Bosch, que ha contribuido a reducir un 34% la mortalidad por las complicaciones de la cirrosis, y de Andrés Moya, experto en las alteraciones de los microorganismos del cuerpo humano y los productos personalizados capaces de contrarrestarlas. La ministra de Sanidad, Ana Mato, presidirá esta tarde el acto de entrega.
La Fundación Lilly entregará esta tarde sus premios de Investigación Biomédica 2013 a Jaume Bosch, director científico del CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBERehd) y Andrés Moya, director científico del Centro Superior de Investigación en Salud Pública de la Consellería de Sanidad de la Generalitat Valenciana (CSISP-FISABIO).
Bosch, premiado en la categoría de investigación clínica, es el investigador más importante en producción científica en España en el campo de las enfermedades hepáticas y ha contribuido a reducir la mortalidad por las complicaciones de la cirrosis al 16%, cuando hace dos décadas era de un 50%.
“El pronóstico de estas enfermedades ha mejorado francamente en los últimos treinta años”, explica a SINC Bosch. “Cuando pienso cómo estábamos hace unos años y cómo estamos ahora, veo que en el transcurso de una vida dedicada a esto ha cambiado el panorama de una forma espectacular. Esto es muy gratificante para nosotros y espero que también para los pacientes”.
Actualmente, el investigador catalán está estudiando dos vías para mejorar la supervivencia de las personas que padecen cirrosis e hipertensión portal (una alteración que se produce cuando existe una enfermedad crónica grave del hígado y que puede condicionar la aparición de hemorragias, retención de líquidos e infecciones).
Por un lado, Bosch analiza nuevos métodos para mantener las funciones hepáticas durante más tiempo y mejorar la estrategia de los trasplantes, ya que más del 90% de los trasplantes de hígado se realiza en pacientes con cirrosis e hipertensión portal, que también pueden tener cáncer de hígado. Por otro, el experto diseña nuevos formas de evaluación de la hipertensión portal que permitan aplicar tratamientos de rescate de forma precoz.
Pionero en genómica de microorganismos
Por su parte, Andrés Moya ha sido galardonado en la categoría de Investigación Preclínicia 2013 por sus trabajos en el campo de la genómica y la evolución de microorganismos como bacterias y virus.
Se estima que dos kilos de nuestra masa corporal corresponde a la microbiota, es decir, a los microorganismos que viven en el cuerpo humano. De hecho, existe microbiota en la mayor parte de nuestros órganos y es la responsable de importantes tareas fisiológicas y de preservación de la salud.
Así, sus investigaciones permitirán conocer cómo los microorganismos que conviven con el ser humano influyen de forma beneficiosa o negativa en nuestra salud, y diseñar productos prebióticos y probióticos para tratar las alteraciones de la microbiota.
Una línea de investigación con resultados prometedores que está estudiando el equipo dirigido por Moya, junto a otros equipos clínicos del país, es la microbiota en pacientes afectados por el virus del SIDA.
“Hemos visto que pacientes con VIH tratados con antirretrovirales tienen alterada la microbiota. Por ello, nos preguntamos si habría algún probiótico que pudiera modificar dichas alteraciones y con ello mejorar la calidad de vida de las personas afectadas”, apunta Moya.
Una veintena de investigadores premiados
Los premios Fundación Lilly de Investigación Biomédica tienen como objetivo reconocer la trayectoria científica de excelencia de investigadores españoles y su contribución al desarrollo de la Biomedicina y las Ciencias de la Salud en España.
Entre los 22 investigadores premiados hasta el momento, los últimos galardones han sido para Xavier Bosch (Clínica 2012), Felipe Casanueva (Preclínica 2012), Xavier Estivill (Preclínica 2011), Jesús Egido (Clínica 2011), María Blasco (Preclínica 2010), José María Gatell (Clínica 2010), Manel Esteller (Preclínica 2009), Andrés Esteban de la Torre (Clínica 2009) y Lina Badimón (Preclínica 2008).
La nueva institución fomentará y coordinará el uso de la evidencia empírica y el conocimiento científico para mejorar la toma de decisiones y el diseño de políticas públicas, según el jefe del Ejecutivo.
Los finalistas de este año están encabezados por un tipo de medicamentos inyectables prometedores para los problemas de salud asociados a la obesidad. Además, también aparecen en el ranking, el desarrollo de terapias con anticuerpos que pueden ralentizar la neurodegeneración en los enfermos de alzhéimer o el descubrimiento de fuentes naturales de hidrógeno bajo la superficie de la Tierra.
