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Los resultados de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al último trimestre de 2008 que hoy presenta el Instituto Nacional de Estadística (INE) estiman el número de personas desempleadas en España en 3,2 millones, un 13,91% del total de la población activa.
Según la Encuesta, 2008 se cierra 1.280.300 parados más que en 2007, una cifra que representa una tasa de variación interanual –respecto al mismo trimestre del año anterior– del 66,42%.
Distinguiendo por edad y sexo, en los últimos 12 meses la pérdida de empleo ha afectado principalmente a los hombres de entre 25 y 54 años, con una tasa de variación interanual del 103,68%. Entre las mujeres, esta tasa alcanza el mayor valor (65,31%) en el sector de de las mayores de 55 años. El año 2008 se cierra con unas tasas de paro de un 12,96% para los hombres y de un 15,14% para las mujeres.
En cuanto a la ocupación en el último año, ésta ha bajado en 620.100 personas (tasa de variación interanual del -3,03%), el resultado del balance entre 36.400 mujeres ocupadas más, y 656.500 varones ocupados menos
La comparación interanual muestra además que el crecimiento del desempleo afecta sobre todo a los trabajadores de los sectores de la construcción (164,87%) y la industria (113,58%).
Por Comunidades Autónomas, los mayores incrementos en las cifras de desocupación respecto al mismo periodo del año anterior se han producido en Canarias, Murcia, Cantabria, Castilla-La Mancha, Navarra y Aragón; en todas ellas ésas se sitúan por encima del 90%.
Un estudio de las universidades Carlos III de Madrid y de Houston (EE UU) muestra que los votantes tienen más en cuenta la ideología y marca de un partido cuando se presentan listas cerradas, como en España. Sin embargo, cuando son listas abiertas, la ciudadanía vota de manera más personal, según las características de cada candidato.
La falta de datos sobre el cuerpo femenino hace que multitud de objetos estén diseñados para el 50 % de la población, con consecuencias que van desde la probabilidad de morir en un siniestro a los efectos secundarios de los fármacos. Esto es lo que explica la periodista y divulgadora británica en su nuevo libro.
