Los territorios indígenas y las áreas protegidas son claves para el Amazonas

Un nuevo estudio revela que hasta un 28 % de los ecosistemas amazónicos se ven afectados por actividades humanas. Sus autores destacan que para proteger la biodiversidad de la Amazonia es importante mantener la conectividad entre sus distintos ecosistemas con iniciativas sostenibles y promover los grupos indígenas.

Los territorios indígenas y las áreas protegidas son claves para el Amazonas
Imagen del río Juruá, en la cuenca del Amazonas. / André Dib

Conocida como la Amazonia, la cuenca del río Amazonas es la mayor del mundo, al abarcar territorios de ocho países y con una extensión próxima a los 7,8 millones de kilómetros cuadrados. Es también importante por el gran volumen de agua que arrastra, por su alta biodiversidad de flora y fauna, por la contribución de sus bosques a la estabilidad climática global y por su riqueza humana y cultural.

La conectividad de los ecosistemas se refiere al movimiento sin obstáculos de los organismos y el flujo de los procesos naturales

Sin embargo, tanto la diversidad socioambiental de esta región como sus ecosistemas están en peligro desde hace tiempo. Ahora, un estudio en el que ha participado el Real Jardín Botánico (RJB), del CSIC, concluye que los territorios indígenas y las áreas protegidas son fundamentales para mantener la conectividad de los ecosistemas en la cuenca del Amazonas. Los detalles se publican en la revista PNAS. 

“La actividad humana altera la conectividad de los ecosistemas —el movimiento sin obstáculos de los organismos y el flujo de los procesos naturales—, lo que repercute negativamente en su salud. Los territorios indígenas y las áreas protegidas pueden proteger la biodiversidad, pero hasta la fecha no estaba claro en qué medida permitían también mantener la conectividad entre los ecosistemas amazónicos”, señala Jesús Muñoz, uno de los autores del estudio.

Teledetección en ecosistemas

El trabajo ha utilizado datos de teledetección recopilados por la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG) entre 2016 y 2023 para cartografiar la conectividad de los ecosistemas en la cuenca del Amazonas.

De esta forma, se ha analizado la distribución espacial de seis actividades antropogénicas —presas, deforestación, incendios, minería legal e ilegal, extracción de petróleo y gas, y carreteras— en cuatro tipos de ecosistemas amazónicos: bosques de tierra firme, bosques inundables, ríos y bosques de los Andes tropicales, tanto dentro como fuera de los territorios indígenas y de las áreas protegidas.

Entre el 14 % y el 16 % de los territorios indígenas y áreas protegidas están afectados por actividades humanas

Los resultados señalan que entre el 23 % y el 28 % del área de estos cuatro ecosistemas se ve afectada por al menos una categoría de actividad antropogénica. “Además, entre el 14 % y el 16 % del área de los territorios indígenas y las áreas protegidas está afectada por actividades humanas, y un 38 % del área sin protección”, añade el investigador del RJB-CSIC.

Todos los ecosistemas estudiados han mostrado una mayor conectividad dentro de los territorios indígenas y las áreas protegidas que fuera de ellas, lo que los hace más resilientes frente a amenazas como el cambio climático.

Los autores de este estudio concluyen que reforzar la gobernanza por parte de los propios grupos indígenas y promover iniciativas sostenibles dentro de los territorios indígenas y las áreas protegidas podría ser una estrategia eficaz para conservar la conectividad de los ecosistemas.

Referencia:

Camila D. Ritter, Jesús Muñoz, Arielli F. Machado et. al. “Indigenous Territories and Protected Areas are crucial for ecosystem connectivity in the Amazon Basin”. PNAS (2025).

Fuente:
Real Jardín Botánico (CSIC)
Derechos: Creative Commons.
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