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Solidaridad tras los seísmos

Los veterinarios, decisivos en Nepal

Estudiantes de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid han organizado una exposición fotográfica para ayudar a las víctimas de los terremotos de Nepal. Las imágenes fueron tomadas en el país asiático por los propios alumnos el año pasado, en el marco de un proyecto de voluntariado con asociaciones locales de protección animal. Dos de los jóvenes se encontraban cerca de Katmandú en el momento del primer seísmo.

Kukur lai maya, amor a los perros. / Cristina Herrero.
Kukur lai maya, amor a los perros. / Cristina Herrero.

En plena selva, a unas cuatro horas de Katmandú (Nepal), la tierra comenzó a temblar durante dos minutos. Patricia Chavarría y Juan Pedro Barrera, estudiantes de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), habían viajado al país para colaborar como veterinarios voluntarios. En el momento del terremoto del pasado 25 de abril, el azar quiso que en lugar de estar en Katmandú, decidieran pasar unos días de vacaciones en la selva de Chitwan.

“Cuando empezamos anotar el temblor no sabíamos qué estaba pasando; miramos al guía y puso cara de horror porque no entendía lo que ocurría”, recuerda Patricia. “El suelo se movía pero no pensamos que pudiera afectar tanto a la ciudad”, reconoce Juan Pedro.

Desde Madrid, sus familiares, profesores y compañeros vivieron horas de incertidumbre; intentaron contactar con ellos y no lo consiguieron hasta casi diez horas más tarde. Se había ido la luz, las líneas telefónicas y era inviable conectarse a internet.

Los dos veterinarios llegaron a Katmandú dos días después, por temor a las réplicas, muy asustados ante lo que esperan encontrarse. “Fue por zonas. La nuestra no estaba tan mal como otras que se habían visto en los medios”, narra el joven. En cualquier caso, por seguridad, los siguientes días no durmieron bajo techo.

Lo que más les sorprendió fue la capacidad de los nepalíes para afrontar la catástrofe, sin lamentos, y volviendo al trabajo a los pocos días del seísmo.

Lo que más les sorprendió fue la capacidad de los nepalíes para afrontar la catástrofe

Mientras tanto, en Madrid, sus compañeros, capitaneados por Ángel Sainz, vicedecano de Estudiantes y Relaciones Internacionales de la facultad de Veterinaria, se reunieron para intentar ayudar de alguna forma a las víctimas, y se les ocurrió montar una exposición fotográfica solidaria.

Un problema de salud pública

La muestra de imágenes planeaban organizarla antes de que tuvieran lugar los terremotos pero ahora, cobra mayor importancia. “Considerábamos necesario divulgar la situación que se vivía allí y también, el buen trabajo de los estudiantes”, afirma el vicedecano.

En septiembre, octubre y noviembre del año pasado, trece alumnos viajaron a Katmandú, en estancias de un mes, para trabajar como veterinarios voluntarios con la ONG de protección animal Ichangu Street Dogs, que a su vez colabora con otra asociación local, KAT Centre. Patricia y Juan Pedro volaron al país unos meses más tarde. El objetivo, controlar la población canina de la ciudad.

Marta Pedraja, veterinaria de la UCM, había viajado al país hace cuatro años y le impactó mucho la compleja relación que existe entre las personas y los perros callejeros, puesto que allí el can no es un animal de compañía. Consciente de que hacía falta ayuda veterinaria, le planteó al vicedecano firmar un convenio de colaboración con las asociaciones locales para que los estudiantes pudieran hacer prácticas en Nepal.

“Datos previos al terremoto reflejan que el país es el cuarto del mundo en incidencia de casos de rabia en humanos”, destaca Marta. Una cifra que se explica, en parte, porque cerca de la mitad de la población no considera importante la vacunación antirrábica, ni la rabia como enfermedad. “Un 20% piensa que no tiene que hacer nada después de que le muerda un perro”, añade la veterinaria, con datos de las asociaciones locales.

Cerca de la mitad de la población no considera importante la vacunación antirrábica

Gracias a la vacunación, a controles con esterilización quirúrgica de hembras, a tratamientos específicos y a la concienciación de la población, estas ONG están consiguiendo disminuir la cifra de 100 muertes por persona al año.

Los estudiantes de la UCM vacunaron a 1043 perros, trataron a 196 y esterilizaron a 137 hembras. A esto se suma los talleres impartidos en doce colegios, cuyo objetivo principal fue que los menores supieran cómo tratar a los animales o qué hacer ante una mordedura.

“Unos niños tiraban piedras a un perro con sarna, que se había quedado sin pelo. Cuando les explicamos que estaba enfermo y lo empezamos a tratar, le dieron galletas”, explica Angelica Torti, otra de las estudiantes que viajó al país. En su caso, mantiene un contacto casi diario con “su familia” nepalí, que la acogió durante las semanas de la estancia. “Fue una experiencia increíble que nos ha impactado mucho”, subraya.

Muchas imágenes, agotadas

Por eso las imágenes recogen tanto animales como rostros, paisajes, rincones o monumentos que se quedaron grabados en sus retinas. La acogida ha sido un éxito y muchas de las instantáneas ya se han agotado. En las próximas semanas, la muestra se trasladará a otros centros y facultades que han mostrado mucho interés por la iniciativa.

El dinero recaudado se destinará a Médicos del Mundo, presentes en la zona, y a una iniciativa veterinaria promovida por Ichangu Street Dogs, para la protección y el control de la población animal.

El dinero recaudado se destinará a Médicos del Mundo y a una iniciativa veterinaria

“Siempre hemos querido reivindicar que la labor que hace un veterinario en un país del tercer mundo es tan importante como la de un médico. El doctor atiende a una persona que ha sido mordida por un perro, pero nosotros podemos evitar que ese animal muerda o que un niño se contagie”, mantiene Marta.

De momento no se sabe si este año volverán a viajar al país más estudiantes de la facultad. El convenio de colaboración es de cuatro años, pero lo más urgente ahora es evaluar los daños. “La intención de todas las partes es continuar adelante, aunque ahora mismo, probablemente allí haya otras prioridades”, admite el vicedecano.

A la espera de lo que ocurra, los alumnos siguen trabajando para que se cumpla el lema de su profesión: Higiene de los animales, salud del pueblo.

La exposición estará abierta en el hall del aulario B de la facultad de Veterinaria hasta el 29 de mayo. El catálogo de las imágenes está disponible en esta página y se pueden adquirir de forma online.

Fuente: Universidad Complutense de Madrid
Derechos: Creative Commons
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