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El estudio se ha publicado en ‘Ecology Letters’

Las glaciaciones pasadas alteraron la distribución actual de los escarabajos estercoleros europeos

Las consecuencias sufridas en la Tierra durante la última gran glaciación (hace 21.000 años) mantienen sus efectos sobre la distribución actual de los escarabajos estercoleros de la familia de los escarabeidos (Scarabaeidae). Así lo revelan investigadores españoles que confirman que el clima de la glaciación influyó más en la presencia de estos coleópteros en Europa que el clima actual.

Escarabajo Dynastes hercules. Imagen: Adrian Pingstone

El estudio, publicado ayer en la revista Ecology Letters, ha analizado la riqueza de especies y la estructura de sus comunidades en diferentes regiones del territorio europeo, desde los Montes Urales hasta la Península Ibérica. El equipo de investigadores seleccionó esta familia de insectos por su gran capacidad de dispersión y porque sus fuentes de alimento (heces de vacuno y ovino) están presentes en todo el continente.

Los escarabeidos son insectos de origen tropical que no pueden sobrevivir por debajo de los 0° C de temperatura media anual, “por lo que cabe esperar que su presencia disminuya gradualmente hacia el norte, según baja la temperatura”, comenta Joaquín Hortal, autor del estudio e investigador en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC).

Sin embargo, los análisis de la relación entre la magnitud del cambio climático desde la última glaciación y la distribución de los escarabeidos reflejan que estos insectos no se distribuyen homogéneamente según este gradiente, sino que muestran dos patrones diferentes, uno al norte y otro al sur. “La frontera que delimita ambas zonas es prácticamente similar a la que marcó el límite de 0° C durante la época de la última glaciación”, afirma Hortal.

Menos escarabajos al norte

Aunque la riqueza de especies de escarabeidos es menor al norte que al sur, la hipótesis de la influencia de la última gran glaciación explica otras dos características de su distribución.

En la primera, los datos demuestran que todas las variedades de escarabeidos que habitan el norte por encima de la frontera de los 0° C establecida en la glaciación, lo hacen también en el sur, y no existe ninguna especie exclusiva del área más septentrional.

Según el científico, “se trata de un efecto de la dificultad de adaptarse a climas glaciares que aún perdura, puesto que el norte no conserva especies propias adaptadas únicamente al frío”.

La segunda característica se basa en la antigüedad de las variedades presentes en cada zona: las especies que han logrado recolonizar el norte son, además, las que más han evolucionado recientemente. “Aunque su adaptación al frío comienza antes de la última glaciación, estas variedades pertenecen a las ramas filogenéticas más nuevas de los escarabeidos”, opina el experto.

Clima actual vs. clima pasado

La distribución actual de los escarabeidos en Europa demuestra que mantiene cierta influencia de la última gran glaciación. “No se trata de que el clima actual no afecte a la biodiversidad, sino que hasta ahora el impacto de cambios climáticos pasados estaba escondido bajo los efectos de las condiciones actuales”, aclara Hortal.

El motivo de que no se hayan detectado hasta ahora es que ambos provocan menos presencia de escarabeidos al norte de Europa. “Los patrones de biodiversidad contemporáneos son una mezcla de los efectos climáticos del pasado, de las condiciones actuales y de la historia evolutiva de las especies”, determina.

Para los investigadores, los resultados de esta investigación permiten analizar y prever las consecuencias del actual calentamiento global que sufre la Tierra. “Si la temperatura sigue aumentando, vamos a dar lugar a climas nunca vistos en este planeta y no sabemos qué especies, animales y vegetales, serán capaces de adaptarse a ellos; de hecho, es posible que muchas de ellas no consigan habitar en esos nuevos climas”, concluye.

Referencia bibliográfica:

Hortal, J., Diniz‐Filho, J. A. F., Bini, L. M., Rodríguez, M. Á., Baselga, A., Nogués‐Bravo, D., Rangel, T. F., Hawkins, B. A. & Lobo, J. M. (2011). “Ice age climate, evolutionary constraints and diversity patterns of European dung beetles”. Ecology Letters. DOI: 10.1111/j.1461‐0248.2011.01634.x

Fuente: CSIC
Derechos: Creative Commons
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