Este físico español fue una autoridad mundial en rayos cósmicos a mediados del siglo XX. Cuando regresó a España tras su exilio en Inglaterra, le prestaron instrumentos para investigar. Hasta ahora se creía que habían quedado retenidos varios años en la aduana, pero una carta lo desmiente, y al final se devolvieron sin estrenar. Lo cuenta José Manuel Sánchez Ron, uno de los comisarios de la exposición que el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología dedica al olvidado científico.