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Desarrollan dispositivos móviles de terahercios

Investigadores del Instituto Fraunhofer de Técnicas de Medidas Físicas (IPM), en Alemania, ha conseguido desarrollar dispositivos móviles de transmisión y recepción de ondas del rango de Terahercios, que hasta ahora apenas conseguían salir de los laboratorios. En breve podrían comenzar a utilizarse como herramienta de gran utilidad para multitud de aplicaciones.

En el espectro electromagnético, las ondas del rango de terahercios (1 Terahercio = 1000 Gigahercios) se encuentran entre la radiación infrarroja y las microondas. Aunque no pueden atravesar los metales, pueden penetrar la madera, los materiales cerámicos, el papel, los plásticos y los tejidos, pero no son perjudiciales para las personas. Esto hace de estas ondas una herramienta universal, cambiando cuando pasan a través de gases, líquidos o sólidos. Cada sustancia deja su huella específica, ya sean explosivos o agua, heroína o sangre. Estas ondas de más alta frecuencia son un verdadero comodín que sirve para todo. Pueden facilitar la detección de explosivos o drogas sin necesidad de abrir una maleta, y buscar entre la ropa. También sirven para revelar qué tipo de sustancias fluyen a través de tubos de plástico. Los médicos esperan que les permitan incluso identificar el cáncer de piel sin necesidad de realizar una biopsia.

Sin embargo, hasta ahora esta tecnología no había conseguido ningún avance sustancial, ya que la construcción de los transmisores y receptores necesarios resulta costosa en tiempo y dinero. Ahora, los investigadores del IPM alemán han proporcionando movilidad a esos dispositivos. Para generar ondas en el rango de los terahercios, los científicos utilizan un láser de femtosegundos (milbillonésima parte de un segundo), que emite destellos extremadamente cortos de luz infrarroja. Como dato ilustrativo, en un femtosegundo un rayo de luz avanza aproximadamente el grosor de un cabello. La luz en forma de impulsos se dirige a un semiconductor, donde excita a los electrones que, a su vez, emiten ondas de terahercios. En los equipos convencionales, la radiación láser se desplaza libremente a través del espacio disponible, lo que hace que la medida sea inflexible y sensible a las vibraciones. Los expertos de Fraunhofer han adoptado un enfoque diferente, guiando la luz a través de una fibra de vidrio, de un tipo similar al utilizado para la transmisión de datos. “Nuestro sistema de fibras es tan robusto que basta con conectarlo a una toma de corriente de 240 voltios estándar,” afirma el experto de IPM Joachim Jonuscheit. Esta no es la única ventaja: hasta ahora los equipos requerían una base resistente a los impactos para que las medidas no sufrieran perturbaciones a causa de las vibraciones, pero al estar la trayectoria del haz en el interior de una fibra de vidrio esto ya no es necesario.

Las ventajas son obvias: los transmisores y receptores, que tienen el tamaño aproximado de una lata de bebida, están ahora conectados a un cable flexible y pueden situarse en la posición que se desee. Gracias a que las vibraciones ya no son un problema, el dispositivo puede desplegarse incluso en el suelo de una fábrica con carretillas elevadoras circulando en las proximidades o con maquinaria pesada en funcionamiento. También desaparecen los puntos de inspección de acceso excesivamente difícil, ya que los cables de fibra de vidrio pueden salvar distancias de hasta 25 metros.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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