Suscríbete al boletín semanal

Recibe cada semana los contenidos más relevantes de la actualidad científica.

Agencia Sinc
Si estás registrado

No podrás conectarte si excedes diez intentos fallidos.

Si todavía no estás registrado

La Agencia SINC ofrece servicios diferentes dependiendo de tu perfil.

Selecciona el tuyo:

Periodistas Instituciones
El estudio aparece en ‘American Journal of Physiology-Heart and Circulatory Physiology’

La exposición a bajas dosis de mercurio altera el funcionamiento de las arterias

Un equipo internacional de investigadores ha demostrado que el mercurio es un importante factor más de riesgo de la enfermedad cardiovascular al alterar la función de las arterias. Una de las posibles fuentes de exposición de los humanos al mercurio es la ingestión de pescado contaminado.

Mercurio líquido. Foto: Diego A. Marino.

Los principales efectos del mercurio afectan al sistema nervioso central y a la función renal. Sin embargo, en los últimos años la comunidad científica también ha descrito un incremento en el riesgo cardiovascular tras la exposición al mercurio, “aunque no se conocen por completo los mecanismos responsables de este incremento”, explican los autores de un nuevo estudio que ha aparecido recientemente en la revista American Journal of Physiology-Heart and Circulatory Physiology.

Ana María Briones, investigadora de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y una de las autoras del estudio, explica a SINC el propósito de esta investigación: “Dado que se había descrito recientemente la relación entre el mercurio y el riesgo cardiovascular, y es bien conocido que el riesgo cardiovascular está relacionado con alteraciones en la función vascular, nos propusimos ver si había una relación entre el mercurio y cambios en las respuestas vasculares”.

El objetivo del trabajo fue evaluar si concentraciones realmente bajas de mercurio, administradas durante un tiempo prolongado, “podían tener un efecto perjudicial sobre la respuesta vascular”, es decir, sobre el comportamiento de las arterias.

Los datos confirman que bajas dosis de mercurio tienen un efecto nocivo para la función vascular. Mercedes Salaices, otra de las autoras del estudio, recalca que el impacto del mercurio “podría ser comparado con el producido por otros factores de riesgo cardiovascular más tradicionales como la hipertensión, la diabetes o la hipercolesterolemia”.

Los investigadores analizaron si la exposición crónica de mercurio causa una disfunción endotelial en arterias de resistencia y conductancia. El tratamiento con mercurio induce un aumento en el estrés oxidativo que es responsable -al menos en parte- del empeoramiento en las respuestas vasculares. ”Las arterias se contraen más y se relajan menos porque hay menos óxido nítrico”, el factor vasodilatador al que ataca el estrés oxidativo, señala Briones.

El riesgo de exposición al mercurio hoy

Los humanos han estado expuestos a diversos agentes metálicos contaminantes como el mercurio, aunque todavía se desconocen a fondo las posibles consecuencias para la salud. En la actualidad, la exposición a mercurio se debe, principalmente, al consumo de pescado contaminado, a la administración del antifúngico y antiséptico thimerosal en las vacunas y a la inhalación de vapor de mercurio de algunas reconstrucciones dentales.

La agencia de protección ambiental de EE UU recomendó como referencia sanguínea una concentración de mercurio de 5,8 nanogramos por mililitro (ng/ml). Por debajo de este nivel, se considera sin efectos adversos. Los datos revelan que la concentración de mercurio en la población general es menor a 1 ng/ml, mientras que en trabajadores expuestos en zonas contaminadas, los niveles están entre 7 y 10. En consumidores regulares de pescado, el porcentaje llega hasta los 5.6 ng/ml.

--------------

Referencia bibliográfica:
G. A. Wiggers, F. M. Pecanha, A. M. Briones, J. V. Pérez-Girón M. Miguel, D. V. Vassallo, V. Cachofeiro, M. J. Alonso, M. Salaices. “Low mercury concentrations cause oxidative stress and endothelial dysfunction in conductance and resistance arteries”. American Journal of Physiology-Heart and Circulatory Physiology 295: 1033–1043, SEP 2008

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons

Solo para medios:

Si eres periodista y quieres el contacto con los investigadores, regístrate en SINC como periodista.

Artículos relacionados