Todavía hoy 1.000 millones de personas en el mundo practican la defecación al aire libre. En 2013 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución para designar el 19 de noviembre como Día Mundial del Retrete con el fin de promover la reflexión sobre este reto mundial y subrayar su vínculo con otros objetivos globales de desarrollo sostenible tales como la nutrición o la educación.
Este año, el Día Mundial del Retrete se centra en el vínculo entre el saneamiento y la nutrición para llamar a la atención sobre la importancia de los aseos a la hora de tener una mejor nutrición y una mejor salud. La falta de acceso al agua potable y letrinas, junto con la ausencia de buenas prácticas de higiene, son algunas de las causas subyacentes de una mala nutrición.
En este Día se anima a todo el mundo a ayudar a promover la idea de que aún queda mucho por hacer. Para ellos se sugiere la organización de exposiciones, escribir una canción sobre el retrete, ofrecer una cena o dibujar una caricatura, cualquier cosa que demuestre que #nopodemosesperar más y que todo el mundo debe tener acceso a un retrete.
La defecación al aire libre que practica un 15% de la población mundial constituye un riesgo para la salud pública y la nutrición y está relacionada con la muerte diaria de 1.000 niños y niñas por diarreas. Acabar con la defecación al aire libre, como otras medidas básicas de higiene, puede ahorrar muchas vidas, sobre todo las de niños menores de cinco años afectados por enfermedades transmitidas por vectores de contaminación fecal. Para ello es importante la construcción de letrinas comunitarias y familiares y la aceptación del problema y el cambio de comportamientos.