Los seres humanos ya fabricaban este tipo de utensilios hace 20 000 años. Este descubrimiento amplía nuestra comprensión sobre el uso temprano de restos de ballena por parte de los humanos y ofrece información valiosa sobre la ecología marina de la época.
Juan Pérez Mercader, investigador en la Universidad de Harvard, desarrolla sistemas sintéticos capaces de reproducir las mismas propiedades de la vida natural, lo que permitiría la investigación en aplicaciones para crear tejidos artificiales sin un origen biológico.