Expertos advierten que el aumento del consumo de estos alimentos industriales eleva el riesgo de obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares y renales, depresión y muerte prematura. Reclaman medidas urgentes para frenar esta tendencia.
Un amplio estudio basado en datos de atención primaria en Reino Unido revela que trastornos como la anorexia, la bulimia y la ingesta compulsiva pueden generar riesgos para la salud que persisten incluso después de superar la fase más crítica. Los hallazgos subrayan la importancia de ofrecer servicios sanitarios integrados y garantizar un seguimiento continuo de estos pacientes.