De los 2 635 fallecidos este verano a causa del calor, casi la mitad han muerto en los últimos 16 días. La mayoría eran personas mayores de 65 años y mujeres. Hasta ahora, las cifras reflejan un aumento del 40 % de las defunciones respecto al mismo periodo de 2024.
El contaminante atmosférico PM2.5 originado en el humo de los incendios forestales supone un mayor riesgo de mortalidad que otras fuentes. Según una nueva investigación, este es responsable de un promedio de 535 muertes anuales, una valoración mucho mayor de las 38 que se estimaban.