El correlimos zarapitín (Calidris ferruginea) es una limícola, relativamente grande, con un pico largo y algo curvado hacia abajo. El adulto en plumaje nupcial presenta la cara y las partes inferiores rojas; el no reproductor, en cambio, es de un tono gris uniforme y posee las partes inferiores blancas con los lados del pecho grises; el juvenil, por su parte, exhibe las plumas de las partes superiores de color marrón grisáceo con las partes inferiores blancas son blancas.
Se considera que esta especie está amenazada, principalmente, por diversas perturbaciones humanas en sus áreas de reproducción. La caza ilegal y la contaminación son también factores que la afectan negativamente, así como la destrucción o reducción de su hábitat de invernada, como consecuencia de la desecación de humedales y el desarrollo industrial y urbanístico en regiones costeras. El correlimos zarapitín se incluye en el Libro Rojo de las aves de España en la categoría de “Casi amenazado” y se considera “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.