Uno de cada tres frigoríficos dados de baja para el reciclaje, se pierde. Se lo llevan grupos organizados que cogen cualquier material que pueda tener valor para venderlo en otros países, según explica la Federación Española de Recuperación y Reciclaje. Cada año se entregan un millón de frigoríficos en los puntos limpios de nuestro país. Son 75 millones de toneladas. En el precio de un electrodoméstico está incluido el coste de su reciclaje. Aparte del daño medioambiental, la escasez de material es preocupante para mantener las plantas de reciclaje y sus puestos de trabajo. En total 35.000 personas trabajan este sector.