La Política Agraria Común entra en conflicto con la estrategia de la Unión Europea para conservar la biodiversidad. Así lo demuestran científicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales que han realizado un seguimiento de las aves agrícolas amenazadas y confirman que estas sufren también declives a pesar de estar en zonas protegidas de la Red Natura 2000. Los autores proponen implementar a largo plazo prácticas agrícolas sostenibles más allá de las subvencionadas por las políticas agrarias europeas.
Las espinacas forman parte de una dieta sana y los productores muestran interés por mejorar su cultivo dentro de los nuevos parámetros que impone la Unión Europea, cuyo objetivo es sustituir paulatinamente los abonos químicos por biofertilizantes. Conscientes de estas demandas, investigadores de la Universidad de Salamanca han identificado que la bacteria Rhizobium laguerreae mejora la producción, la calidad nutricional y el aspecto de las espinacas.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid lideran un estudio que pone de manifiesto el impacto que tendrá sobre los cultivos el cambio climático y subraya el papel del comercio como mecanismo de adaptación capaz de atenuar sus consecuencias.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han estudiado cómo afecta a la viabilidad económica del aprovechamiento de los recursos forestales la escasez de innovación en la maquinaria que se emplea. Los expertos han evaluado los esquemas de producción renovables predominantes y han observado que los problemas aparecen al analizar la sostenibilidad económica de este tipo de actividad.
¿Cuánta fortaleza física poseían las primeras agricultoras? La respuesta la ha obtenido un equipo de científicos de la Universidad de Cambridge al comparar sus huesos con los de atletas de élite modernas. Su investigación apunta a que durante los primeros 6.000 años de agricultura en Europa Central, las mujeres prehistóricas hicieron trabajos manuales intensivos superiores a los que realizan las remeras deportivas actuales.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid participan en un estudio internacional que analiza las posibilidades de adaptación de los cultivos de secano a diferentes zonas del Mediterráneo para paliar los posibles efectos del cambio climático.
Las áreas quemadas han disminuido un 24% durante los últimos 18 años en todo el mundo. Así lo revela un nuevo estudio que indica que la reducción del número de fuegos beneficiosos para los ecosistemas se debe al aumento de las actividades agrícolas. Esta situación impide la regeneración y proliferación de nuevas especies en espacios naturales, a la vez que incrementa el almacenamiento mundial de gases.
Un equipo de la Universidad Autónoma de Madrid ha desarrollado un nuevo sistema catalítico capaz de modificar la reactividad de moléculas orgánicas complejas. El método, que evita la utilización de metales y permite condiciones de reacción muy suaves a temperatura ambiente, es compatible con la química sostenible y puede ser clave en distintos sectores industriales.