Dos investigadoras españolas han realizado varios experimentos para demostrar cómo la IA puede influir en decisiones tan importantes como elegir candidatos políticos o buscar citas románticas. Todo ello, pese a haber usado un algoritmo ficticio.
La multinacional estadounidense anunció ayer que su candidata contra el coronavirus, que desarrolla junto a la alemana BioNTech, ha mostrado una eficacia del 90 % en ensayos de fase III. Los resultados se dieron a conocer en un comunicado de prensa y no en una revista revisada por pares, por lo que la comunidad científica pide cautela y advierte que aún hay que analizar los datos completos de las pruebas.
Los algoritmos de inteligencia artificial y big data fomentan el machismo, el racismo y el clasismo, asegura esta profesora de Ciencia y Planificación Urbana en el MIT, que es también una activista de género y una hacker con el apodo de kanarinka. En su libro Data Feminism ofrece pautas para desvelar y contrarrestar estos sesgos discriminatorios.
¿Se ha curado alguien con una terapia basada en CRISPR? Sí, pacientes de anemia de células falciformes y beta talasemia. ¿Puedo comer un tomate modificado con CRISPR? Tal vez pronto. ¿Qué se ha logrado en biotecnología animal? Ya se han creado cerdos y vacas resistentes a enfermedades, pero aún quedan por resolver cuestiones éticas y de seguridad para que salgan del laboratorio.
El periodista de investigación Charles Piller desvela los escasos esfuerzos de la agencia reguladora de EE UU para proteger tanto a los voluntarios de los ensayos clínicos, como la integridad de los datos. Su labor de vigilancia se ha desplomado en los últimos años, en un momento en el que se espera que el organismo “opere al más alto nivel de profesionalidad y transparencia, dada su enorme responsabilidad en la evaluación y aprobación de medicamentos y vacunas contra la covid-19”.
Varios expertos solicitan que se regule la actividad de científicos independientes que se autoadministran productos desarrollados por ellos mismos como defensa contra el coronavirus. Argumentan que, además de conllevar riesgos, podrían erosionar la confianza en la ciencia y dar alas a los antivacunas.
Las pruebas de fase III de una de las candidatas de vacuna más avanzadas han sido interrumpidas por la enfermedad de uno de los voluntarios. Expertos consultados por SINC confirman que es motivo para paralizar el ensayo hasta que se discrimine si la dolencia es debida a la vacuna, ya que deben primar la seguridad y transparencia.
Investigadores de la Universidad de Copenhague, liderados por el español Guillermo Montoya, han descrito la estructura atómica de Cmr-β, el sistema CRISPR Cas de mayor tamaño y complejidad. Además, han observado cómo funciona su respuesta inmunitaria contra los fagos invasores de las bacterias. El hallazgo podría tener aplicaciones futuras en la lucha contra la resistencia a los antibióticos.
En la carrera por la inmunización frente al nuevo coronavirus, encabezada por la Universidad de Oxford y la firma estadounidense Moderna, también participan grupos españoles. Varios de ellos podrían empezar a probar sus candidatos en humanos antes de que acabe el año. Hemos hablado con sus líderes.
En estos momentos se están desarrollando 149 vacunas experimentales contra la enfermedad causada por el SARS-CoV-2, según datos de la OMS. Aquí recogemos los diez proyectos que se encuentran en fases más avanzadas, encabezados por la Universidad de Oxford y la biotecnológica Moderna, en una competición llena de obstáculos con miles de científicos trabajando contra reloj.