Las zonas áridas de Andalucía se caracterizan porque en su parte más superficial presentan una fina capa (invisible al ojo humano) donde viven una gran cantidad de comunidades de microorganismos como bacterias, algas, hongos, musgos o líquenes y que los expertos denominan costras biológicas del suelo. Investigadores de la Universidad de Almería han demostrado los efectos de estas comunidades para la estabilidad de los suelos, el agua, los sedimentos, la distribución de nutrientes en el paisaje y, en última instancia, para mantener el buen funcionamiento del ecosistema.
Investigadores de la Universidad de Huelva y la Universidad de Oviedo analizan la eficiencia de la producción de fresa y su correlación con la temperatura y la radiación solar en un artículo publicado en la Revista Horticultura Brasileira.
Un estudio publicado en PLOS ONE identifica seis proteínas implicadas en la protección intestinal de los peces. Los resultados del trabajo podrían ser de utilidad para el diseño de nuevas dietas y aditivos para piensos de la dorada.
Investigadores de la UPM desvelan aspectos decisivos para abordar el control de la fusariosis, una enfermedad que causa la podredumbre del ajo durante su almacenamiento.
Francisco J. Ayala (Madrid, 1934). / SINC
La caza se ha considerado a lo largo de la historia como un recurso natural escaso. Por ello, un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y del Centro de Investigación Forestal ha realizado un estudio de este tipo de prácticas en los últimos 35 años que demuestra que, a pesar de que el número total de cazadores en España ha disminuido y los terrenos de libre acceso son menores, las piezas de caza mayor aumentan.
Antigua prensa de vino hallada en la población francesa de Lattes (antigua Lattara), vista desde arriba. / Michel Py.
Muchas bacterias pueden fabricar imanes nanométricos de óxidos de hierro –magnetita- que utilizan para orientarse en el campo magnético de la Tierra, como una brújula, y que interesantes para tratamientos oncológicos y entrega de fármacos. Ahora investigadores vascos han averiguado cómo se producen, lo que abre la puerta a la producción de nanopartículas en grandes cantidades.
Imagen de microscopio de epifluorescencia conteniendo diferentes morfologías microscópicas no identificadas presentes en las saladas de Monegros. Crédito: A Pena-Baixeras. / CSIC