Ante la amenaza del calentamiento, las especies marinas desarrollan estrategias de supervivencia. Muchas se desplazan a latitudes más altas, algunos corales optan por crecer más despacio para defenderse del estrés térmico –en la imagen se aprecia el blanqueamiento de la Gran Barrera en Australia– y también hay invasores que se ven favorecidos por las temperaturas. Mientras, los científicos buscan datos para predecir qué ocurrirá con la diversidad de la vida acuática.