Un estudio internacional, en el que ha participado la Universidad Complutense de Madrid, ha demostrado que a lo largo de los últimos 1.000 años las diferencias entre las temperaturas del hemisferio norte y el hemisferio sur han sido mayores de lo que se creía. El uso de nuevos datos ha permitido demostrar que las simulaciones de los modelos climáticos sobrestiman el acoplamiento de las variaciones climáticas que tienen lugar en ambos hemisferios, lo cual tiene implicaciones para las predicciones de carácter regional.