Los científicos han detectado por primera vez en una región concreta concentraciones elevadas de CO2 a causa de las emisiones del hombre. La observación se ha realizado gracias al instrumento Sciamachy del satélite medioambiental Enviasat, de la Agencia Espacial Europea, y la populosa área comprendida entre Ámsterdam (Holanda) y Frankfurt (Alemania) es la zona donde se han detectado las altas concentraciones de dióxido de carbono. Este gas de efecto invernadero, resultante de la quema de combustibles fósiles, es el que más contribuye al calentamiento global.
El Sciamachy recogió la evolución de las emisiones de C02 antropogénico sobre Europa entre los años 2003 y 2005, y los datos fueron analizados por el profesor Michael Buchwitz, del Instituto de Física Medioambiental de la Universidad de Bremen, en Alemania.