La amistad entre el gato y el hombre se originó hace más de 5.000 años, gracias a la agricultura, 14.000 años más tarde que la del perro. Científicos internacionales han encontrado las primeras evidencias de la relación entre felinos y humanos al analizar los restos óseos de animales en el yacimiento chino de Quanhucun.
El trabajo, publicado hoy en la revista PNAS, señala que los gatos salvajes se sentían atraídos por los roedores que vivían en las cosechas de los agricultores y por los alimentos de los asentamientos humanos. Fueron los primeros contactos hacia la domesticación felina en los que ambas especies se vieron beneficiadas.