Las abundantes aguas del Refugio de Vida Silvestre Caño Negro, en el norte de Costa Rica, son un santuario para aves, caimanes y el prehistórico pez gaspar, cuyo atractivo turístico ha convertido a los pobladores de la zona en sus primeros guardianes. Caño Negro, un área protegida de casi 10.000 hectáreas, aglutina diversos atractivos y bellezas naturales como ríos navegables, humedales, bosques y su rica biodiversidad, lo que atrae cada año a miles de turistas locales e internacionales, así como a científicos e investigadores.