Los zoológicos privados de los nuevos ricos del Sudeste Asiático, con sus mansiones repletas de animales exóticos, son un capricho en auge con el que resaltan su vida opulenta y un estímulo para el tráfico ilegal de estas especies. Uno de los principales centros del comercio ilícito de especies amenazadas por la extinción está ubicado bajo varias naves adjuntas al popular mercado de Chatuchak, en Bangkok, y es visitado los fines de semana por decenas de miles de tailandeses y extranjeros. Durante un paseo por la zona norte de este abasto se pueden encontrar casi toda clase de aves y reptiles, los animales protegidos con los que más se comercia por su facilidad en el transporte.