La ciencia básica con modelos animales demuestra las consecuencias que tiene para el cerebro consumir cannabinoides en la adolescencia. Esquizofrenia y deterioro cognitivo son algunas de ellas. El riesgo es proporcional a la concentración de THC —que no ha hecho más que crecer en los últimos años en las plantaciones de Cannabis sativa— y se dispara en el caso de los cannabinoides sintéticos.
Investigadores de la Unidad de Neurofarmacología de la Universidad Pompeu Fabra han identificado la diana específica sobre la cual actúan los cannabinoides y el mecanismo de acción por el que causa pérdida de memoria. Esta investigación supone un primer paso para desarrollar estrategias terapéuticas contra los efectos negativos del consumo de cannabis.