Según varios estudios, encargados de recoger la temperatura global, en los últimos quince años –coincidiendo con el inicio del siglo XXI–, el calentamiento del planeta se ha estabilizado. Este fenómeno es lo que se conoce como el hiato del clima. Sin embargo, un nuevo estudio sugiere ahora que no existe una disminución apreciable en la tasa de calentamiento entre la segunda mitad del siglo XX y los primeros años del nuevo siglo.
¿Sería posible una Andalucía sin olivos, una Valencia sin naranjas o una Rioja sin vino? Según un informe sobre cambio climático, presentado en Madrid esta mañana, este escenario podría hacerse realidad si no se toman las medidas necesarias de forma urgente. El trabajo revela que con un aumento del 2 ºC podría tener un clima similar al del norte de África para 2050.
Un estudio internacional, en el que ha participado la Universidad Complutense de Madrid, ha demostrado que a lo largo de los últimos 1.000 años las diferencias entre las temperaturas del hemisferio norte y el hemisferio sur han sido mayores de lo que se creía. El uso de nuevos datos ha permitido demostrar que las simulaciones de los modelos climáticos sobrestiman el acoplamiento de las variaciones climáticas que tienen lugar en ambos hemisferios, lo cual tiene implicaciones para las predicciones de carácter regional.
Algunas especies de aves tuvieron en 2012 un mal año reproductor según los resultados del programa Paser de seguimiento de aves de la organización conservacionista SEO/BirdLife. La meteorología extrema pudo afectar y datos preliminares vaticinan que 2013 tampoco será un buen año para esta actividad.
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que presenta las conclusiones preliminares de la Declaración sobre el estado del clima mundial en 2011, la década de 2001 a 2010 ha sido la más cálida jamás registrada en todos los continentes. El ritmo del aumento de la temperatura ha sido “constante” desde 1971.
Los saurópodos, los mayores dinosaurios terrestres, tenían una temperatura corporal de entre 36 ºC y 38 ºC, cifras semejantes a las que registran los mamíferos modernos. El análisis de isótopos de los dientes fósiles de estos animales plantea si los saurópodos podrían haber sido de sangre caliente.
Un estudio canadiense, publicado en Nature Geoscience, cuestiona la eficacia de plantar bosques en terrenos ocupados por áreas de cultivo para luchar contra el cambio climático, porque las temperaturas registran descensos “poco significativos”. Sin embargo, en los trópicos el calentamiento disminuye más, comparado con las zonas nórdicas y boreales.
Un grupo de investigadores de las universidades de Burgos y Salamanca emplean modelos de redes neuronales aplicadas al medio ambiente que han permitido, entre otros resultados, determinar días típicos de verano y otoño en la ciudad de Burgos. El trabajo de investigación trata de perfeccionar esta herramienta en conocimientos medioambientales, empleada desde hace décadas en campos como la medicina, las finanzas o las redes de computadoras.
Conjunto de alerces subalpinos (Larix lyallii) situados cerca del pico Oval, en el lago Chelan-Sawtooth Wilderness (Washington).
Un ejemplar de Halicephalobus mephisto.