Un equipo de científicos de la Universidad de Jaén (UJA) ha identificado un gen que tiene un efecto “protector” frente al virus del VIH y que es responsable, en un porcentaje “significativamente alto”, de que individuos con conducta de riesgo, como drogodependientes que comparten jeringuillas, no se infecten de este virus.
Este año, el premio Nobel de Fisiología y Medicina se lo ha llevado la ciencia que muchos consideran ‘el patito feo’ de la investigación biomédica: la inmunología. El trabajo de los laureados, que permitió comprender las estrategias de nuestras defensas, ha puesto el foco de atención sobre las vacunas, las armas con las que reforzamos el ejército inmune para que nos proteja de las enfermedades infecciosas. El desarrollo de una vacuna efectiva y segura es un largo proceso, tanto que algunas de las más buscadas llevan décadas resistiéndose. Estas son algunas de las cuentas pendientes de los inmunólogos.
La llegada de los antirretrovirales de gran actividad ha permitido mejorar el pronóstico y la calidad de vida de la mayoría de los pacientes infectados por VIH. Sin embargo, sin un buen cumplimiento del tratamiento, aumenta la mortalidad y la aparición de cepas resistentes. En España, según un estudio publicado en Gaceta Sanitaria, solo el 55% de los infectados por VIH toma correctamente su medicación.
Desengaño, euforia y recapacitación han caracterizado los 30 años de historia del VIH. Aunque en 1996 aparecieron los primeros medicamentos antirretrovirales (ART) que cambiaron el espectro del sida, el diagnóstico precoz, la vacuna preventiva, la erradicación del virus y la eliminación de los estigmas constituyen los futuros retos de una enfermedad que reclama la implicación de todos.
“Más de la mitad de las personas afectadas por el VIH en el mundo son mujeres”, según Piedad Arazo, presidenta del Congreso Nacional sobre el Sida que se celebra estos días en Zaragoza. El seguimiento irregular del tratamiento antirretroviral y su interacción adversa con los anticonceptivos orales son algunas de las razones que convierten las mujeres en un colectivo especialmente vulnerable a la infección.
Investigadores españoles han participado en el estudio de más de 60 personas infectadas por VIH y han identificado seis genes que revelan cómo evolucionará la infección en cada paciente. Al menos un 8 % de los nuevos casos corresponden a pacientes denominados “de progresión rápida”. El descubrimiento abre una nueva vía para desarrollar una vacuna contra la enfermedad.
Infección por VIH: 30 años después es el lema del XIV Congreso Nacional sobre el Sida que se celebra en Zaragoza del 15 al 17 de junio. La importancia del diagnóstico precoz, los avances en el tratamiento antirretroviral y la salud mental de las personas con VIH son algunos de los temas principales que se abordarán durante el evento.
La infección por el VIH es la epidemia más importante del mundo y representa uno de los más graves problemas de salud pública, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El acceso al tratamiento con antirretrovirales sólo llega al 30% de los más de 10 millones de pacientes que lo necesitan. El número total de personas infectadas sobrepasa los 30 millones y hay cerca de 3 millones de nuevas infecciones por año. La principal esperanza para reducir la incidencia del SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) es una vacuna preventiva.
Un estudio europeo revela que la combinación de tres fármacos antirretrovirales fracasa en el 12% de los niños con VIH en Europa cinco años después del inicio del tratamiento. Este porcentaje, mucho mayor que en adultos, subraya la dificultad de mantener la carga viral en aquellos niños que iniciaron el tratamiento a edades muy tempranas.
La triple terapia fracasa en uno de cada ocho niños europeos con VIH. La triple terapia fracasa en uno de cada ocho niños europeos con VIH.