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Fuente:
MOLECULAR PHYLOGENETICS AND EVOLUTION 59 (3): 578-586, junio de 2011.
Autor principal:
Regina L. Cunha.
Centro:
Centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Título original: Antiguo origen en la Península Ibérica de los escarabajos estercoleros (geotrúpidos)
Resumen: Los escarabajos estercoleros pertenecen a la familia de los geotrúpidos, que cuenta con más de 350 especies clasificadas en tres subfamilias Geotrupinae, Lethrinae y Taurocerastinae , principalmente distribuidos por regiones templadas. Las relaciones filogenéticas en la familia están basadas exclusivamente en la morfología y sigue siendo un tema polémico.
En la Península Ibérica hay 33 especies, 20 de ellas endémicas, lo cual sugiere que estos linajes podrían haber experimentado un caso de radiación. La evolución de las adaptaciones morfológicas a los entornos semiáridos de la Península Ibérica, tales como la pérdida de las alas (ápteros) o la capacidad de explotar recursos alimentarios alternativos, se cree que pueden haber fomentado la diversificación.
El estudio presenta un análisis filogenético de 31 especies de geotrúpidos, 17 endémicos de la Península Ibérica y el resto del sureste de Europa, Marruecos y Sudamérica Austral basado en datos de secuencia de genes parcial mitocondrial y nuclear.
Las filogenias mediante probabilidad máxima reconstruida e inferencia bayesiana recuperaron a Geotrupinae y Lethrinae como clados, excluyendo a Taurocerastinae . La monofilia de los géneros geotrúpidos analizados se confirmó, pero las relaciones filogenéticas entre los géneros se resolvieron pobremente.
La reconstrucción de la evolución de la pérdida de las alas, la datación y las pruebas de diversificación no mostraron en conjunto ninguna prueba de un inicio de cladogénesis del grupo de la Península Ibérica ni tampoco una asociación entre el apterismo y las altas tasas de diversificación.
La pérdida de la capacidad para poder volar no aceleró las tasas de especiación, pero es muy probable que fuera responsable de los altos niveles de endemismo de los geotrúpidos de la Península Ibérica al impedir su expansión a Europa Central.
Estos linajes de escarabajos europeos ibéricos que no podían volar son probablemente paleoendémicos que han sobrevivido desde el Terciario en esta zona de refugio durante las fluctuaciones climáticas del Plio-Pleistoceno evolucionando para adaptarse a entornos áridos y semiáridos.
Autores: Cunha, Regina L.; Verdu, Jose R.; Lobo, Jorge M.; Zardoya, Rafael
Direcciones:
1. Departamento de Biodiversidad y Biología Evolutiva, Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC, Madrid.
2. Centro de Ciencias del Mar (CCMAR), Universidad de Algarve, Faro (Portugal).
3. Centro Iberoamericano de la Biodiversidad (CIBIO), Universidad de Alicante, Alicante.
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