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Margarita A. Clemente, catedrática y presidenta del Comité de Flora CITES

“Los planteamientos político-económicos han prevalecido en el caso de las especies marinas”

El 25 de marzo finalizó en Doha (Qatar) la XV Conferencia de las Partes de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), una cita en la que se esperaba la prohibición del comercio internacional del atún rojo. Pero ésta y otras especies marinas han quedado fuera del control del CITES. Para Margarita África Clemente, catedrática en la Universidad de Córdoba y presidenta del Comité de Flora de CITES es necesario seguir luchando de cara al próximo encuentro de Tailandia en 2013.

Margarita A. Clemente, investigadora en la Universidad de Córdoba y presidenta del Comité de Flora CITES.

¿Qué valoración hace el CITES de la conferencia de Doha?

Desde el punto de vista organizativo fue impecable, Qatar fue un excelente anfitrión y desplegó toda clase de facilidades para que los más de 1.300 participantes se encontraran en un ambiente muy favorable para desarrollar sus trabajos durante dos semanas. Los temas de flora fueron muy bien acogidos por la Conferencia y resultaron ampliamente apoyados. Sin embargo, los temas de fauna fueron muy controvertidos, en especial, aquellos relacionados con especies marinas.

Desde fuera parece que no se han cumplido todas las expectativas, ¿es así?

Ha sido una Conferencia un poco extraña donde los planteamientos político-económicos han prevalecido en el caso de las especies marinas, mientras que, en otros casos, las tesis conservacionistas han impedido que países como Zambia y Tanzania consiguieran que sus elefantes pasaran a un listado de menor protección.

¿Cuál ha sido el problema para no incluir en el Apéndice I (de máxima protección) al atún rojo?

Quizás el problema no debe centrarse únicamente en esta especie, los resultados han sido negativos para los tiburones y el coral rojo también. Una forma pragmática de abordar el tema del atún rojo desde CITES hubiera sido solicitar su inclusión en el Apéndice II con una cuota precautoria en línea con los estudios de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT).

¿Y cuál será a partir de ahora la línea de actuación de la UE respecto al atún?

Hay que dar tiempo al tiempo, la UE tendrá que realizar un análisis de lo sucedido en la Conferencia, no sólo en el caso del atún, para el que se presentó una enmienda a la propuesta original de Mónaco que no fue entendida, sino también en el caso de las propuestas de tiburones que la UE preparó como “proponente”, y en la del coral rojo de la que era “co-proponente” junto a EE UU.

Especies emblemáticas como el oso polar, los corales rojos y rosas, los elefantes, y los tiburones se han quedado fuera. ¿Son más fuertes los intereses económicos que los biológicos o conservacionistas?

Los intereses económicos y sociales son factores importantes en las conferencias y los Estados miembro de CITES tienen el derecho soberano para decidir si aceptan o no una propuesta, con independencia del valor científico de la argumentación que se presenta. En cualquier caso, los países que se han opuesto de forma frontal a la inclusión de las especies marinas en Doha son, en estos momentos, conscientes de la enorme responsabilidad que han contraído, y de los trabajos y esfuerzos que se deben desarrollar para garantizar que estas especies no se extingan desde el punto de vista comercial en un futuro cercano. El caso del oso polar es ligeramente diferente, la especie se ha convertido en un emblema ligado al cambio climático, pero Canadá ha defendido la gestión que realiza de la especie y la importancia que tiene para las comunidades locales.

En cuanto a los elefantes, lo que solicitaban Tanzania y Zambia era precisamente que sus poblaciones pasaran del Apéndice I al II, donde es posible el comercio garantizándose el uso sostenible, y esto fue rechazado. A este resultado concreto se le puede dar dos interpretaciones: que han prevalecido los intereses conservacionistas o que los intereses económicos afectaban tan sólo a dos países.

¿Qué pasa ahora con todas las especies que siguen sin protección?

Es de esperar que la presentación y debate de las propuestas sirvan de serio toque de atención, y que provoque la realización de más estudios y trabajos en pro de la sostenibilidad de su uso. No debe olvidarse que CITES es un convenio que vela por el uso sostenible y sólo prohíbe el comercio en casos muy concretos.

¿Qué especies de plantas se han incluido en el CITES esta vez?

En el Apéndice II, dos especies de árboles muy importantes, Aniba roseadora (el Palo de rosa que ha sido duramente explotado durante décadas para la obtención de aceite esencial de su madera y que es utilizado como fragancia y fijador en perfumes de alta calidad), y Bulnesia sarmientoi (el Palo santo utilizado por sus propiedades aromáticas en perfumería y por la dureza y textura de su madera en la fabricación de muebles y pavimentos). También se han incluido bajo control de CITES las semillas de dos palmeras endémicas de Madagascar muy demandadas en jardinería, y siete especies de suculentas endémicas malgaches muy solicitadas por aficionados y coleccionistas.

¿Se han excluido algunas plantas?

Sí, la Conferencia acordó eliminar del control CITES tres especies de plantas, dos Proteáceas endémicas de Sudáfrica y una Euforbia endémica de México y de EE UU. Los listados CITES son dinámicos y cuando las especies ya no cumplen los criterios para su permanencia en ellos se presentan propuestas para retirarlas del control del convenio. El Comité de Flora ha presentado también 11 documentos a la Conferencia y una propuesta sobre anotaciones (partes y derivados que están bajo control de CITES o que están eximidos).

Entre otras cosas se han eliminado del control los productos acabados que contienen cera de candelilla (Euphorbia antisyphylitica), de esta forma las barras de labios y otros productos cosméticos que llevan este producto en su composición ya no tienen que ser exportados con un documento CITES.

Además, el Comité presentó tres documentos más en colaboración con el Comité de Fauna. Todos los documentos fueron aceptados por la conferencia de forma íntegra o con ligeras enmiendas. Como Presidenta del Comité de Flora estoy muy agradecida a las partes, organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales. por el apoyo que han brindado a todas las recomendaciones presentadas por el Comité.

¿Cuáles han sido los aspectos más esperanzadores?

La capacidad de comprender las razones de los “otros” aunque las propuestas se rechazaran y el compromiso moral no escrito que los Estados miembros de CITES han adquirido al no aceptar en 2010 (Año Internacional de la Biodiversidad) un control que garantice el uso sostenible y evite la extinción comercial de valiosas especies.

No debe considerarse un fracaso el que las propuestas sobre especies marinas no fueran aceptadas. Más bien debe ser un acicate para trabajar en pro de su uso sostenible y dar pruebas irrefutables de que esto es posible en un futuro cercano. Si no se produce esta respuesta, es muy probable que de nuevo se presenten propuestas en la Conferencia que se celebrará en Tailandia en 2013. Las especies de fauna y flora sometidas a comercio internacional son un legado que hay que cuidar y transmitir a las generaciones venideras.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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